Los accidentes e incidentes aéreos pueden ser desencadenantes del síndrome de estrés postraumático, y no sólo puede ocurrir en pasajeros, sino también en tripulantes. ¡Realiza un test para averiguar si es probable que sufras el TEPT! Diversos estudios epidemiológicos vienen poniendo de manifiesto una creciente exposición de la población normal a fenómenos o situaciones críticas que resultan ser traumáticas desde el punto de vista psicológico. Incendios, ataques violentos, maltrato de género, desastres naturales o accidentes de tráfico pueden afectarnos de forma directa o indirecta. Evidentemente, también los accidentes e incidentes aéreos pueden ser los desencadenantes del síndrome. Y no sólo puede ocurrir en pasajeros, sino también en tripulantes.
Son conocidos los trastornos de ansiedad en el grupo de tripulantes de cabina de pasajeros después de los ataques del 11-S en EEUU, así como su relación con ataques cardíacos, cánceres u hospitalizaciones.
Abraham Kardiner (1941) definió por primera vez de forma sistemática el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y señaló que las personas que lo padecen siguen viviendo en el ambiente emocional del acontecimiento traumático. La persistencia del reflejo de sobresalto en las personas traumatizadas constituía el elemento central de la reacción de estrés postraumático, y la relacionó con el desarrollo de irritabilidad y de sintomatología psicosomática en estos pacientes.
¿QUÉ ES EL TEPT?
La persona ha estado expuesta, de alguna forma, a un acontecimiento traumático, y ha respondido con temor, desesperanza u horror intenso. Aparecen síntomas de miedo, ansiedad, insomnio, disociación e incluso amnesia del suceso traumático. El síndrome puede aparecer inmediatamente tras el suceso o de forma diferida, meses después. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
El carácter nuclear del síndrome se encuentra dentro de los trastornos de ansiedad, pero con características de los trastornos depresivos e incluso disociativos para algunos casos crónicos.
¿POR QUÉ A MÍ Y NO A OTROS?
Además del suceso traumático, hay otros factores individuales y sociales que contribuyen a que aparezca, incluyendo estados psicopatológicos premórbidos, historias anteriores traumáticas y disfunciones en la manera de afrontar las situaciones de crisis. Independientemente del origen del terror, el sistema nervioso central (SNC) reacciona de forma similar frente a las experiencias abrumadoras, amenazadoras e incontrolables, a través de una reacción neurobiológica que de forma aguda y/o crónica incluye disfunciones neurobioquímicas que llevan al sujeto a una hiperexcitación autonómica, con evocaciones incontrolables, reacciones emocionales intensas y alteraciones del sueño. Las personas afectadas reaccionan como si estuvieran bajo la amenaza continua de aniquilación.
¿CÓMO RECONOCER QUE ME ESTÁ PASANDO A MÍ?
Debe de haber una exposición a un trauma extremo, que se revive con persistencia, a través de ideas o pensamientos intrusos, sueños y pesadillas junto con trastornos emocionales y estados hiperactivos con irritabilidad, ansiedad, insomnio e hipervigilancia.
Test Screening para TPET (Breslau 1999):
- 1 ¿No quieres recordar la experiencia vivida, evitando sitios, personas o actividades?
- 2 ¿Has perdido interés en actividades que antes eran importantes o agradables?
- 3 ¿Te sientes aislado o distante de las personas?
- 4 ¿Te cuesta sentir afecto por los que te rodean?
- 5 ¿Tienes problemas de sueño?
- 6 ¿Estás nervioso o alterado sin motivo?
Cada respuesta afirmativa se puntúa con 1 punto. Una puntuación igual o mayor de 4 puede indicar un posible diagnóstico TPET y por tanto debe ser evaluado por personal cualificado.
¿QUÉ HACER PARA AYUDAR A LOS QUE SUFREN ESTRÉS POSTRAUMÁTICO?
Ante la vivencia de una situación traumática grave, hay que saber que algunas personas tienen mayor riesgo de sufrir