¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

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AIRBUS

Por mantener viva la capacidad de imaginar


No es que creamos a pies juntillas que dentro de cuarenta años los aviones forzosamente tendrán maravillosas cúpulas de cristal para ver el paisaje, lejos de la dictadura de la ventanilla de 30 x 40. Tampoco estamos seguros de que la amplitud entre asientos exhibida por Airbus en la animación infográfica que presentó el pasado lunes en Londres sea del agrado de algunos operadores, más preocupados por aumentar la capacidad que por evitar el síndrome de la clase turista.

Probablemente muchas de las premoniciones lanzadas por el fabricante europeo a casi medio siglo vista, se queden tan solo en un bonito sueño tan alejado de la realidad como lo fue en 1968 la visión del comienzo del siglo XXI que tuvo Stanley Kubrik en “2001 una odisea del espacio”. Ni en 2001 existía ya la Pan Am, ni existen –aún hoy- vuelos regulares a la ISS. Inquietantemente, no obstante, las “misteriosas” pantallas de navegación que aparecen en el film de Kubrik si acabaron substituyendo los analógicos cockpits de 1968, y las estaciones orbitales soy hoy una realidad palpable, aunque todavía no visitable por el gran público.

De ello se desprende que el arduo ejercicio de imaginar, aunque luego sólo una mínima parte de lo imaginado se vea cumplida, queda totalmente compensado y justificado. Después de todo ¿Qué habría sido de la Humanidad si los hermanos Wright no hubieran imaginado nada?

so se desprende de la reunión la semana pasada en Barcelona de la mayor alianza de aerolíneas a nivel mundial.

Spanair actuó como anfitriona en una “cumbre” que reunió en la ciudad condal a 23 de los 27 socios de la alianza incluido el presidente y consejero delegado Jaan Albrecht, como respaldo al aeropuerto barcelonés y en apoyo a los esfuerzos de Spanair por encontrar un socio industrial que permita recapitalizar la empresa y afirmarla en su proyecto de estructurar rutas intercontinentales al segundo mayor aeropuerto español.

Cabe esperar y desear que los esfuerzos de la aerolínea en este sentido permitan a la mayor brevedad a Spanair entrar en una situación financiera normalizada e independizada de otros recursos que no pueden ser considerados de otro modo que paliativos, tanto como a lograr sus objetivos en el largo radio desde El Prat.

 

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PASAJEROS CONFLICTIVOS

Por las molestias que unos pocos ocasionan a muchos

No hay semana en que no aparezca alguna noticia referida a vuelos cuyas tripulaciones han tenido que vérselas con un pasajero conflictivo, con un “Air Rage” en su denominación inglesa. El último episodio conocido tuvo como protagonista el pasado jueves el vuelo de Iberia que cubría la ruta Madrid-Frackfurt, que se vio obligado a regresar debido al incidente protagonizado por un pasajero que se desnudó en pleno vuelo.

Demasiado a menudo el deseo, la necesidad o la simple voluntad de la colectividad se ven conculcados por el incivismo, el afán de notoriedad o el simple ramalazo de someter a la mayoría a la propia dictadura de unos pocos, y poner de paso a prueba y en riesgo al colectivo de profesionales sobre los que recae la responsabilidad de la seguridad del vuelo.

Todavía está en el recuerdo la borrachera a bordo del cantante Melendi, que doblegó la voluntad y el derecho de un par de centenares de personas a llegar a destino a la hora prevista. Una soberbia cogorza que además, i para más inri de los perjudicados, fue adecuadamente explotada a nivel publicitario por el interesado en diversos medios de comunicación.

Tal vez ser pasajero conflictivo seas un buen medio para publicitarse. Si es así, justo sería que la publicidad obtenida se abonara al precio exacto de las pérdidas de todo tipo que ocasiona.