La humedad relativa en la cabina de un avión en crucero es muy baja. Esto se debe a la frecuente renovación de aire y las bajas temperaturas del exterior.
Debido a que la temperatura exterior en altitudes de crucero es muy baja (-46 a -65º), la atmósfera contiene poca humedad. Este aire muy seco es el que se suministra a la cabina.
Durante el vuelo, la humedad relativa en la cabina va desde aproximadamente el 5% al 35%, con un promedio del 15% al 20%. Este promedio es similar al ambiente seco típico (por ejemplo Madrid) en el interior de una casa en invierno.
Afortunadamente un ambiente de baja humedad se ha demostrado que inhibe el crecimiento de hongos y bacterias. Sin embargo, la exposición a este entorno sin la ingesta suficiente de líquidos deshidrata el cuerpo a través de la transpiración y la pérdida de humedad respiratoria.
La deshidratación puede causar dolores de cabeza, cansancio y fatiga. Además la baja humedad puede causar sequedad de nariz, garganta y ojos. Por todo ello es muy recomendable beber al menos un vaso de agua por cada hora de vuelo.
Puede ser muy útil hidratar las zonas más afectadas con cremas, como la piel. Hay cremas especiales para cavidad nasal. Las gotas hidratantes para ojos son igualmente muy eficaces para luchar contra el picor y la sequedad.
[…] experiencia de volar nos expone a muchos factores como; diferentes condiciones atmosféricas, Humedad baja en el aire, deshidratación, hinchazón, disminución del oxígeno en la sangre y otros […]