¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

BOEING

Por sus previsiones de crecimiento

A pesar de la que está cayendo, de vez en cuando llegan noticias que constituyen una auténtica bocanada de aire fresco. Por este motivo es Boeing quien ocupa esta semana el segmento positivo de nuestro peculiar “vario”.

El fabricante americano vaticina un incremento exponencial en el arco Asia-pacífico propiciado por el rápido crecimiento del sector del transporte aéreo y en la necesidad de renovar y modernizar la flota asiática.

Según el informe ‘Previsiones Técnicas y de Pilotaje Boeing 2011’, publicado esta semana en Hong Kong, Boeing necesitará 182.300 pilotos y unos 247.000 técnicos en las dos próximas décadas en la región, incluida China. El total a nivel global alcanza los 400 mil pilotos, siempre según los datos de Boeing.

Aunque siempre se debe guardar la debida reserva a la hora de aceptar cifras finales a dos décadas vista como si de un dogma de fe se tratara,  lo cierto es que los indicadores de Airbus y Embraer –los otros dos “grandes” de la aviación- coinciden en señalar grandes incrementos de la demanda para las próximas décadas que, de cumplirse, alejarían por mucho tiempo los fantasmas que hoy por hoy se ciernen sobre amplios segmentos del sector. Más aviones significa más ofertas en general para todos, que se traducirán en un panorama distinto y desde luego mucho más ilusionante.  Ojalá!

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DIRECCION DE AIR EUROPA

Por su incapacidad de diálogo

“Hablando la gente se entiende”, dice el dicho. Al parecer, lamentablemente, la frase no parece formar parte del refranero de Air Europa ya que de ser así seguramente no estaríamos en víspera –a la hora de escribir estas líneas- de una huelga indefinida.

La negativa de la dirección a dialogar con sus pilotos, si no es a través de un bufete de abogados, denota cierto aire prepotente de quien se sabe con la sartén por el mango, y en una posición superior. Una postura que a más de uno le recordaría algún personaje del imaginero personal de Miguel Delibes, castellano-leonés como el “alma mater” de la compañía que nos ocupa, que nos remite sin remedio a un modo de hacer las cosas que en la España del siglo XXI debería conjugarse sólo en tiempo pretérito.

El éxito de un proyecto empresarial al cabo de dos décadas radica en infinidad de detalles, entre los cuales la sagacidad en los negocios o la buena gestión son partes determinantes, pero no únicas. La capacidad profesional de los recursos humanos disponibles constituye un activo de primera magnitud, determinante en el éxito o en el fracaso. Por eso mismo ambas partes están condenadas a respetarse y a entenderse, en la medida de que ambas son responsables y prisioneras del resultado final. Lo uno, sin lo otro, carece de sentido.