Variómetro 10/10

QANTAS

La compañía australiana Qantas ha adquirido 110 Airbus A320, lo que supone el mayor contrato en número de aparatos de la historia de la aviación de ese país. La noticia, de por si remarcable, no obstante va más allá, en la medida de que forma parte de una estrategia mucho mayor por parte de la compañía del cangurito saltarín, en su expansión en el mercado asiático. Este pedido dará soporte a la estrategia de Qantas para la expansión de Jetstar, su filial low cost, y la creación de una nueva marca; Jetstar Japan.

No resulta gratuito que la mayor parte del voluminoso pedido -78 aeronaves- se vaya a la versión ecoeficiente del A320, el A320 Neo, mientras que “sólo” 32 unidades pertenecerán a la versión “clásica” del popular pasillo único de Airbus. Los imperativos de ahorro, medioambiental y por ende económico, son razones que día a día adquieren un mayor peso en las decisiones de las aerolíneas, más si como Qantas andan inmersas en una profunda metamorfosis encaminada a incrementar la competitividad. En este caso, basada en una mejor eficiencia energética.

CÚPULA DIRECTIVA DE IAG

IAG desestima la vía de la negociación y los acuerdos, y antepone la voluntad impuesta al dialogo consensuado. Impone una solución “low cost”, que en la práctica puede suponer la muerte de Iberia a medio plazo, sin el más mínimo atisbo de pretender una solución dialogada que libere tensiones crecientes.

Sorprende el doble rasero con que la “hidra” IAG trata a sus dos cabezas de suponer, en principio, iguales.  En ese “tanto monta, monta tanto” inicial con que se bendijo el maridaje entre Iberia y British, ahora resulta que uno monta más; y el otro es “tanto”, pero menos.  Mientras Iberia se debate por conservar el ser y la razón de ser, B.A. estrena plan de crecimiento; mientras una cierra líneas la otra las incrementa, mientras una manifiesta lozanía, la otra languidece. Da la sensación de que a la hidra le sobra una cabeza; que la molesta la bicefalia que la acompaña desde su nacimiento.

Mientras los trabajadores españoles acumulan años de congelación y recortes salariales, en British Walsh nunca se atrevió a actuar de igual modo con sus pilotos. Mientras Vázquez actúa sin contemplaciones y Sánchez-Lozano impone su línea dura, IAG bendice. Lo dicho, a la hidra le sobran cabezas…. o padece un gravisimo trastorno bipolar.