CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?
Lo mejor y lo peor de la aviación civil
TCP DE BRITISH AIRWAYS
Por su solidaridad
Esta semana que se inicia vendrá marcada por las movilizaciones en defensa de Iberia, y por la salvaguarda de sus puestos de trabajo. En el contexto que nos movemos, en el que las tesis del desmantelamiento de Iberia a manos de su socio-propietario británico son vox populi y las voces en contra de la evidencia suenan más tenues cada vez, resulta gratificante encontrar ejemplos de solidaridad como el que protagonizan estos días los TCP de British Airways a través de su sindicato Unite. La palmaria evidencia de que BA sería la mayor beneficiaria de la evaporación de Iberia no ha sido óbice para que el sentimiento de apoyo entre colegas de profesión haya cruzado fronteras, más allá del color de los uniformes. El lunes los veremos en la protesta codo con codo con sus compañeros, y además habiendo renunciado a sus frees para volar a Madrid con la competencia en señal de protesta. A míster Walsh no le va a gustar una pizca!
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RYANAIR
Por meter la pata en Dublín
Nuevamente la aerolínea de la lira pintada en la cola protagoniza un vario negativo debido a un nuevo incidente calificable de “grave”. No es que le tengamos manía, incluso la tan manida justificación del número de incidentes en el elevado número de operaciones que realiza podría darse por válida, si no fuera porque el último incidente resulta del todo injustificable siquiera por un endiablado ritmo de rotaciones y una extensa flota. El aeropuerto de Dublin, una de las bases utilizadas habitualmente por la low cost irlandesa y del cual se supone sus tripulantes conocen la ficha al dedillo, fue el escenario la semana pasada de una maniobra calificable como mínimo de “inusual” en un aeropuerto con tres pistas y sus correspondientes escapes y calles de rodadura. Al piloto del vuelo FR227 tras la toma “se le ocurrió” realizar un backtrack como medio más eficaz de librar pista sin necesidad de autorización alguna, para desespero del ATC y de los tráficos que le seguían, que tuvieron ocasión de practicar el procedimiento del go-around. Lo sucedido resulta del todo insólito e injustificable. ¿Qué cabría esperar si esa misma incidencia la hubiera protagonizado un avión de, pongamos por caso, Iberia o Air France en Barajas o en Paris CDG?
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