CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

LUFTHANSA

Por conservar la esencia de la aerolínea de bandera

Esta semana ocupa el segmento positivo del vario la alemana Lufthansa.

No sólo el anuncio de adquisición de flota (British, a través de IAG, también lo hará) la hace merecedora de ocupar la zona verde de nuestro peculiar pulsómetro. Lufthansa es en este momento probablemente el único representante “vivo” de una especie que floreció en Europa apenas hace unas décadas, que diferenciaba claramente la aviación comercial del Viejo Continente, y que se llamó “compañía de bandera”.

Lufthansa, por su filosofía de empresa, por su apego a la tripulación “autóctona”, por su independencia a ultranza que, a diferencia de los casos francés o español, la ha mantenido alejada de peligrosos compañeros de viaje, se mantiene fiel a sus principios y a su calidad. Lufthansa resiste. ¡Bien por ellos!

vario_des

ANTONIO VÁZQUEZ

Por quedarse solo, y no darse cuenta

Ya nadie cree que la solución de los males de Iberia sea desangrarla lentamente. Las sangrías que en el siglo XVII servían para bajar la fiebre al enfermo –y de paso provocarle una anemia “de caballo”- no se llevan desde hace tiempo. Los médicos han aprendido que debilitar al enfermo sólo sirve para que empeore sus dolencias o para que enferme, si ha sido víctima de un diagnóstico equivocado.

Rectificar es de sabios. Algo que afortunadamente los Galenos han aprendido, pero que al parecer el -por el momento- presidente de Iberia se niega a admitir, hasta el punto de encararse con todo aquel que contradiga sus tesis, aunque sea el mismísimo ministro de Industria.

Lo dicho, ya nadie cree que para salvar a Iberia haya que desangrarla lentamente –seguramente, ni el propio Vázquez lo cree-, como nadie cree que la caza “científica” de ballenas sirva para mejorar su protección, pero ello no es óbice para que japoneses, noruegos o islandeses se empeñen en hacérnoslo creer cada vez que son pillados con las manos en la masa. Lo malo es que eso, como las sangrías, ya no cuela.