Los restops fueron localizados de madrugada a escasos metros de la cabecera de El Cornicabral.

Los restos fueron localizados de madrugada a escasos metros de la cabecera de El Cornicabral.

La CIAIAC concluye que el piloto no fue “consciente del peligro”

MADRID (EXTRACREW.COM)- La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), dependiente del Ministerio de Fomento, concluye en su informe sobre el accidente ocurrido el 9 de febrero en el paraje de Las Muelas de Segura de la Sierra, en la sierra de Cazorla (Jaén), que el piloto no fue consciente del riesgo de proceder al campo de vuelos de El Cornicabral (Beas de Segura).

La aeronave, una Cessna 172 pilotada por Pablo Alemany Sogues, procedía de Valencia a Granada en condiciones meterológicas adversas, con fuerte viento en cara y posibilidad de onda de montaña en las proximidades de la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.

La investigación llevada a cabo por la CIAIC determina que probablemente la causa del accidente mortal fue un “vuelo controlado contra el terreno”.

Del análisis técnico de lo sucedido se deduce que  al decidir aterrizar en el aeródromo de Beas de Segura, por su cercanía, el piloto no tuvo en cuenta, posiblemente, las condiciones meteorológicas adversas de la zona ni el emplazamiento de la pista, entre montañas.

Durante la singladura, no se comunicó fallo alguno; la nave estaba en perfectas condiciones y tenía combustible para el viaje y también tenía toda la documentación en regla el único ocupante de la avioneta.

Entre los factores constatados por los técnicos está el hecho de que la dirección del viento previsto no se correspondía con la que realmente se encontró, que el piloto “no había planificado ningún aeropuerto alternativo para la fase de ruta.”, y que el vuelo se desarrolló durante “más de 2 h con una velocidad de crucero muy inferior a la del plan de vuelo.”

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