Todos los pilotos conocéis esas cifras críticas que necesitáis en el avión, pero pocos sabéis las cinco cifras críticas de vuestros niveles de grasa en sangre (lípidos).
El lípido más conocido, del que más se oye hablar, es el colesterol. No en vano, es capaz de estar alto, altísimo en tu sangre y que no te enteres, porque, desgraciadamente, no duele, pero mata… Encontramos colesterol en alimentos de origen animal (ternera, cordero, quesos, huevos, embutidos, productos lácteos…), aunque no son los únicos alimentos que hacen subir el colesterol.
Necesitamos colesterol para la renovación celular, la síntesis de hormonas, para algunas vitaminas, para el desarrollo del sistema nervioso en los niños; por tanto, no se trata de no tener colesterol, sino de mantenerlo en los límites saludables, construyendo, no destruyendo.
El aumento de colesterol está directamente relacionado con el riesgo de tener un ataque de corazón. La buena noticia es que cada 1% de colesterol que reduces, el riesgo cardiovascular se disminuye un 2%.
Las dos fracciones de colesterol son el “colesterol malo”, el LDL y el “colesterol bueno”, el HDL. El malo es el que se acumula en el interior de las arterias, dificultando el paso de la sangre. El bueno es el que actuaría como “comecocos”, devorando el colesterol malo. Es muy interesante en consecuencia tener los niveles de HDL, cuanto más altos, mejor.
Éstas son las cifras que también deberíais saber:
• COLESTEROL TOTAL: menos de 200 mg/dl
• TRIGLICÉRIDOS: menos de 200 mg/dl
• LDL: menos de 130 mg/dl
• HDL: más de 35 mg/dl
• COLESTEROL TOTAL/HDL: no más de 5/1, idealmente 3,5/1
Nuestro cuerpo obtiene el colesterol de dos fuentes: de la dieta y del colesterol que fabrica el hígado. Éste fabrica alrededor del 80% del colesterol y aquí influye la herencia que nos den nuestros ancestros, ya que dependiendo de nuestra genética fabricaremos más o menos, eliminaremos más o menos. La dieta también es muy importante, no tanto por el colesterol de los alimentos de origen animal, sino por la enorme cantidad de grasas saturadas que ingerimos diariamente. AFORTUNADAMENTE NO HAY COLESTEROL EN LOS ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL, como frutas y verduras. Sólo algunos aceites de origen vegetal (coco, palma…) contienen un alto índice de grasas saturadas.
Con una alimentación saludable, rica en verduras y frutas, baja en alimentos de origen animal y en hidratos de carbono de alto índice glucémico (pastas, arroces, harinas), puedes reducir el nivel de colesterol hasta un 20%. Además, la fibra soluble dificulta la absorción del colesterol.
Acostúmbrate a hacer una compra con poco plástico en el carrito, pocos envasados.
CONCLUSIÓN: Con tu perfil lipídico delante, comprende tus cifras, manténlas a raya. El ejercicio, una dieta baja en grasas saturadas y mantener un peso saludable puede, no sólo alargarte la vida, sino salvártela. (Y sigue revisando las cifras del avión también).