¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?
Lo mejor y lo peor de la aviación civil
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AIRBUS
Por dejar volar la imaginación de los más jóvenes
La quinta edición del concurso “Fly your ideas” se ha convertido en un éxito de participación. Casi 6.000 estudiantes de todo el mundo han respondido a la llamada de para que intenten diseñar la aviación del futuro. Después de todo, es la aviación que les va a tocar vivir.
La capacidad de innovar, de aportar ideas nuevas, que poseen los estudiantes que ahora mismo están a un paso de acceder a la universidad es enorme, y Airbus lo sabe. Su aportación proporciona una perspectiva nueva a los problemas de siempre y a los que planeta el futuro inmediato de la aviación comercial
Con este patrocinio Airbus demuestra además una gran inteligencia y proactividad. No en balde entre los participantes podría estar un futuro genio de la ingeniería aeronáutica. Descubrirlo a tiempo resulta fundamental para poder mantener la pugna competitiva en la que andan inmersos los grandes fabricantes. Los mejores fichajes son los que se realizan a edad temprana, y eso los cazatalentos de la factoría de Toulouse también lo saben. |
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ACCIDENTES AÉREOS
Por ser odiosamente cíclicos
Seguramente forma parte de la cara más macabra de la casualidad, pero no deja de ser inquietante descubrir la existencia de una cierta componente cíclica en los accidentes en los que se ven implicadas aeronaves. Basta con dar un vistazo a las hemerotecas para darse cuenta de la aparente existencia de un patrón. Vana fantasía para explicar lo inexplicable: Que cuando un avión cae otros le siguen.
Afortunadamente la aeronáutica se cimienta sobre la ciencia y la lógica y no sobre opacas cábalas, rachas o maldiciones. A pesar de que la casualidad existe -Einstein decía que todas (las casualidades) son posibles, si uno vive lo suficiente para ver como se producen- lo cierto es que profundizando en las causas de cada siniestro uno se da cuenta de que son tan dispares que no existe correlación alguna, como no sea simplemente la cronológica.
Obviamente, el riesgo cero no existe, pero a todos corresponde intentar que se acerque lo máximo a él incrementando la seguridad en las operaciones. Es el único modo conocido de romper rachas fatídicas. |