¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?
Lo mejor y lo peor de la aviación civil
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SEGURIDAD AÉREA
Por hacer de 2016 un año excelente
A pesar de los recientes accidentes y del relieve mediático que han alcanzado por las circunstancias que les han rodeado, lo cierto es que 2016 ha sido un buen año para la aviación en términos de seguridad, según la Aviation Safety Network.
En su informe destaca que durante 2016 la siniestralidad a nivel mundial en aviación civil de pasajeros afectó a 18 aviones, con un balance de 320 fallecidos. Habría que remontarse a 2013 para encontrar un año parecido a nivel internacional, y esa es una buena noticia porque demuestra que pese a todo sigue siendo más arriesgado cruzar un semáforo o conducir un automóvil que viajar por vía aérea.
El avión es con diferencia el medio de transporte más seguro que existe, pese al incremento exponencial de tráfico y pasajeros experimentado y pese a los agoreros que pronosticaban el incremento de la siniestralidad en regiones como Asia, a caballo del crecimiento exponencial de su tráfico aéreo. Esperemos que 2017 siga en la misma línea y desmontando sus obscuros pronósticos. |
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ACCIDENTE EN CHILE
Por golpear de nuevo a los que luchan contra el fuego
El verano austral ha llegado al hemisferio sur con su estela de incendios forestales. Al igual que sucede en el hemisferio norte, los meses calurosos son sinónimo de fuego en el monte, y al igual que aquí muchos son los pilotos que se la juegan en la lucha contra las llamas.
La semana pasada tuvimos que lamentar la muerte en acto de servicio de Ricardo García-Verde Osuna, piloto de Air Tractor en Faasa, que falleció volando contra un incendio en Chile. La operación contraincendios conlleva riesgo, es de todos sabido y a todos compete poner en valor la importantísima labor de pilotos que, como Ricardo, salen sólo del anonimato abnegado de su función para aparecer en las páginas de sucesos.
Ricardo falleció a miles de kilómetros de su Sevilla natal y de su familia por preservar un patrimonio natural que es de todos a escala planetaria. Su sacrificio, como el de tantos otros ya sea en Europa o sobrevolando las Américas, debiera contar con el mayor de los reconocimientos y nuestra más sincera gratitud. |