Europa acoge con malestar la posible prohibición de ordenadores y tablets en la cabina del avión
MADRID (ELPAIS.ES)- Estados Unidos ha discutido este miércoles con representantes de la Comisión y de otros siete países, la ampliación a Europa de la prohibición de llevar aparatos electrónicos de mayor tamaño que un móvil en la cabina del avión.
La medida obligaría a los pasajeros que salgan de un aeropuerto europeo con destino a EE UU a dejar dispositivos como el ordenador portátil, tabletas, libros electrónicos o reproductores de DVD en la bodega de la aeronave, dentro de la maleta facturada.
La reunión se planteó como un encuentro de alto nivel técnico y político. Por el lado europeo han estado presentes los comisarios de Interior y Transportes, y representantes de los siete países comunitarios con mayor tráfico aéreo con Estados Unidos, entre ellos España. Enfrente, una delegación estadounidense liderada por la número dos de seguridad, Elaine Duke.
Fuentes comunitarias han informado que el cara a cara se ha limitado a un intercambio de información acerca de las amenazas que penden sobre la seguridad aérea, pero la decisión definitiva sobre el veto se retrasará.
El Gobierno de Donald Trump ya implantó el veto a los aparatos electrónicos dos meses atrás en diez aeropuertos de ocho países de mayoría musulmana: Egipto, Turquía, Kuwait, Qatar, Marruecos, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Y Reino Unido hizo lo propio con seis estados, entre ellos Túnez.
Sobre la extensión de la prohibición a Europa planea la incógnita de si entraría en vigor en todo el bloque comunitario o solo en determinados aeropuertos.
El año pasado volaron a Estados Unidos 30 millones de pasajeros desde aeropuertos comunitarios, y este verano hay programados 3.257 vuelos semanales rumbo al otro lado del Atlántico según la organización aeroportuaria ACI Europe.
Existe el temor de que si Estados Unidos impone la prohibición próximamente, provoque largas colas en pleno periodo vacacional. Entre las aerolíneas afectadas se encontrarían grandes compañías que vuelan a EE UU como Iberia, British Airways, Lufthansa o Air France-KLM.
La próxima semana volverán a encontrarse, esta vez en Washington, para abordar de nuevo la cuestión.