Para Gallego, ahora el crecimiento es prioritario.

El presidente de Iberia mantiene la previsión de un alza del 8% en producción y pide que se libere el desarrollo de Iberia Express

Iberia y sus pilotos han abierto la ronda de negociaciones de los distintos convenios colectivos vencidos o próximos a expirar tras el largo periodo de ajuste en la compañía, iniciado a finales de 2012.

La aerolínea mantiene un objetivo de alza media del 8% en producción, medida en asientos ofertados por kilómetro operado, hasta 2022.

Luis Gallego, reunido con medios de comunicación en San Francisco (California, EE UU), donde se encuentra con motivo del lanzamiento de la ruta Madrid-San Francisco, ha sido optimista sobre el resultado de las conversaciones y espera un acuerdo “que reconozca el esfuerzo de la plantilla y no ponga en riesgo el equilibrio económico y las previsiones de crecimiento”.

Resultan clave aspectos como una mayor eficiencia en las áreas de mantenimiento y handling, sobre las que ha resaltado su entrada en beneficios y viabilidad, así como el crecimiento de la filial de bajo coste Iberia Express.

El desarrollo de la flota de esta última, utilizada para alimentar los vuelos de largo radio del grupo, está supeditado en los acuerdos laborales a la propia ampliación de la escuadra de Iberia. Una limitación que Gallego cree inoportuna a día de hoy.

Otro foco de atención es el coste del combustible, con el barril de petróleo subiendo hasta los 75 dólares.

Iberia cerró 2017 con un beneficio operativo de 376 millones, lo que supone un incremento de 105 millones respecto a 2016.