El avión siniestrado, alquilado para tratar de paliar la falta de flota interna en la isla, tenía casi 40 años
El Boeing 737-200 que se estrelló en Cuba este viernes fue construido hace 39 años. Fue fabricado en 1979 y en sus 39 años había operado en Estados Unidos, Benín, Camerún, Chile, Honduras, México y Cuba, donde terminó estrellándose y dejando 107 víctimas mortales.
En el punto de mira se encuentra la compañía Cubana de Aviación, bajo la que operaba el Boeing 737-200 alquilado a Global Air, y perteneciente a una compañía mexicana Damojh. La autoridad de aviación civil de México ha suspendido temporalmente las operaciones de Damojh.
La aerolínea estatal de Cuba habría recurrido a la subcontrata de aviones tras haber suspendido desde finales de marzo la venta de nuevos billetes de avión para vuelos nacionales durante los próximos tres meses. Al parecer, y según publica el portal cubano Martí Noticias, la razón era que los aviones se encontraban en pésimas condiciones para operar.
Posteriormente, a inicios de mayo el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba publicó un comunicado en el que indicaba que Cubana de Aviación suspendía toda explotación comercial (pasajeros, carga y correo) debido la falta de mantenimiento que registraban las aeronaves de la empresa.
El jueves 17 de mayo, un día antes del accidente, Roberto Peña Samper, presidente de la Corporación de la Aviación Cubana señaló al bloqueo de Estados Unidos como el principal reto que enfrenta la isla para adquirir nuevos recursos para mejorar los servicios aeronáuticos en Cuba.
En sus 89 años de historia, sólo hay dos accidentes en Cubana de Aviación que superan el número de víctimas del viernes pasado. En 1989, también en las proximidades del Aeropuerto Internacional José Martí, perecieron 115 pasajeros, 22 tripulantes y 24 personas que se encontraban en tierra. La segunda catástrofe con más víctimas mortales fue en 1998, cuando un Tupolev se estrelló al despegar de Quito (Ecuador). Fallecieron las 91 personas que iban a bordo.