Si quieres ser piloto, antes de apuntarte a una escuela debes informarte en todas las FTOs (Flying Training Organization) que puedas, compararlas y valorar cuál te conviene en función de tus observaciones. Aquí, te damos unas pautas para los primeros pasos te resulten un poco más fáciles
“Cuando los alumnos se ponen al mando de un avión por primera vez, ves en su cara la primera parte de un sueño hecha realidad”. Así describe Borja Fernández la sensación del primer contacto entre un piloto y la aeronave.
Y en boca de los propios alumnos:
“Despegar del suelo”
“Tener otra perspectiva, te abre la mente, ves las cosas de otra forma, eso de ir a Toledo en cinco minutos es otra cosa, es fuerte.”
“Una mezcla de tener una responsabilidad muy grande, muy importante, la exclusividad de ir en la cabina, la ventaja de viajar, el tiempo libre, estar todo el día volando, dar muchos saltos de aquí para allí…”
La vocación de piloto empieza desde una edad muy temprana, y se refuerza a lo largo de la adolescencia. Es precisamente en ese momento cuando una persona debe empezar a valorar su futuro profesional. “La experiencia nos demuestra que quien realmente tiene una vocación aeronáutica, antes o después termina haciendo realidad su sueño”, opina Carlos Villalobos.
Por eso, es importante que el piloto vocacional tenga claros ya en la adolescencia, mientras está cursando la educación secundaria, los pasos que debe seguir para convertirse en un buen piloto en el futuro.
EDUCACIÓN SECUNDARIA
En primer lugar, es muy recomendable (hasta imprescindible, dicen muchas escuelas) que el alumno complete la educación secundaria, es decir, que termine el bachillerato; es importante que se concentre en las asignaturas de física y matemáticas, que le servirán en sus estudios de piloto. En este sentido, Carlos Salcedo recalca que “aunque la normativa de momento no lo exige, es necesario tener un nivel medio-alto en estas materias”.
De hecho, el COPAC (colegio de pilotos) pretende convertir los estudios de piloto en carrera universitaria, para lo cual sí sería necesario no sólo el bachillerato sino también un examen de acceso, como la selectividad.
También es importante que una vez finalizado el bachillerato, el alumno comience sus estudios de piloto lo antes posible: “Si ha terminado recientemente, sus conocimientos estarán más frescos y tendrá una base más sólida de cálculo mental”, afirma Borja Fernández.
CARRERA UNIVERSITARIA
Algunos pilotos tienen, además, una carrera universitaria. Esto no es un requisito, menos aún si finalmente los estudios de piloto se convierten en universitarios. De hecho, algunas escuelas ofrecen dos tipos de cursos: para diplomados o licenciados, que consiste en estudiar sólo la parte necesaria (“técnica”) para ser piloto, y para alumnos sin estudios universitarios, que completa la formación de piloto con otros módulos para equipararlos con una diplomatura.
“Equiparar los estudios de piloto a carrera universitaria es importante, porque de este modo un piloto se forma con más profundidad, como un profesional de otro sector”, afirma Fernández.
Otro detalle a tener en cuenta es el inglés, lenguaje aeronáutico por excelencia en todo el mundo. Incluso algunas escuelas imparten sus clases únicamente en este idioma, por lo que es recomendable tener un nivel alto cuando se accede a una FTO. “Algunos lo consideran un handicap, pero es todo lo contrario. Si desde el principio los alumnos se acostumbran a utilizar el inglés, su adaptación al mercado laboral será mucho más fácil”, subraya José Ignacio Manzano.
ELECCIÓN DE LA MEJOR FTO
Cuando al fin tomamos la decisión de apuntarnos a una FTO (Flying Training Organization), es decir, a una escuela de aviación, hay que informarse bien sobre una serie de aspectos, compararlos y valorar nuestras observaciones. La decisión que tomemos ha de ser muy razonada y meditada. Sólo las mejores FTO ofrecen una formación adecuada.