Se anuncia despidos para más de 3.800 trabajadores de Iberia. Este es el plan que fue diseñado por IAG tras hacerse con la compañía española.



Analicemos porqué IAG sigue esa estrategia y cual es su futuro.

Los actuales directivos están ahí por su currículum. No es casual que los accionistas eligieran a Antonio Vázquez y Sánchez-Lozano, y los juntaran precisamente con Willie Walsh. Caja Madrid, Telefónica y El Corte Inglés querían ese equipo por un motivo: todos ellos son especialistas en reestructuraciones integrales de empresas. E Iberia necesita un cambio estructural.

Lo que pasa en Iberia cuenta con la necesaria colaboración del Gobierno, autor de la reforma laboral tan largamente esperada. Hace de vigilante cómplice, mirando a otro lado cuando la empresa se excede, y de «poli bueno» pidiendo diálogo y entendimiento tantas veces como haga falta.

El Gobierno, además de poli bueno y poli despistado, es el poli tonto. IAG dice que Iberia pierde dinero y no presenta plan de futuro, y el ejecutivo no sabe qué decir ni qué hacer. Fiel a los accionistas de IAG, la ministra sigue «ganando tiempo» para Iberia, sin entender que cada minuto que pasa Iberia está más muerta que viva. Y es que cuando British Airways se aseguró más del 50% de IAG, supo que Iberia ya era suya.

Efectivamente, los planes de IAG van más allá de un saneamiento puntual. Europa no puede permitirse diez compañías de bandera. Sólo tres o cuatro aerolíneas de referencia sobrevivirán: Alemania, Francia y Reino Unido tienen sus candidatos.

IAG debe definir su propio negocio ¿qué sentido tiene tener dos compañías de bandera compitiendo por un mercado cada vez más estrecho? ¿Qué valor añadido aporta una a la otra? No hay justificación para mantener dos modelos de negocio iguales, una debe desaparecer.

El futuro de British Airways peligra por el acoso de compañías emergentes en el Golfo, que definitivamente se están quedando con su mercado asiático. Por su posición geoestratégica la compañía británica debe reconfigurar su red y mirar hacia América. No tiene otra opción.

Heathrow y Madrid son los hubs de referencia más al oeste de Europa. Son el puente natural de conexión entre Europa y América. British Airways es la elegida por IAG para quedarse con todo el mercado americano: norte, centro y sur, mientras la española, líder en America latina y neutralizada por los ingleses, se ha quedado sin papel en esta película.

Iberia debe desaparecer, no hay sitio para dos. Es el único plan viable de IAG.