Con unas condiciones ideales de temperatura, cielos despejados y viento cero se celebro por décima vez el Festival Aéreo de Vigo.
Quizás la noticia más comentada en los días previos al Festival era la ausencia de la Patrulla Águila este año. Sin lugar a dudas todos somos conscientes de los esfuerzos que realizan nuestros profesionales de las Fuerzas Armadas en mantener la operatividad y calidad en un tiempo de fuertes recortes de presupuesto.
Quizás lo que la gente no llegó a saber es que si estuvo presente la Patrulla Águila con varios de sus integrantes en el Control Operacional del Festival. Es encomiable el esfuerzo de estos profesionales que pese a no poder estar con sus maquinas dedican su tiempo libre y esfuerzos en fomentar la aviación y llegar al gran público.
La organización con mucho acierto programó los vuelos de entrenamiento y reconocimiento que hacen las tripulaciones en el día previo dando especial protagonismo a los cazas y aviones dotados de pirotecnia al atardecer.
Impresionantes fueron los efectos de los posquemadores y la pirotecnia con la poca luz del atardecer.
El Festival comenzó con éxito de público. A primera hora de la mañana no cabía un alfiler en las playas, el paseo y el bosque de Samil.
400.000 espectadores se dieron cita y desde Portugal la Organización contabilizó más de 400 autobuses llegados al Festival. Numerosísimos barcos de recreo permanecieron anclados en la zona opuesta de exhibición.
La exhibición la abrió el CN-235 de Salvamento Marítimo conocedores de unas aguas que acostumbran a patrullar.
Seguido del piloto italiano Luca Salvadori con su Cap-21DS que él mismo ha fabricado y continuamente esta mejorando. Encandiló al público con su elegancia y fluidez de maniobras.
La patrulla francesa REVA dotados de sus ACRO EZ (Long EZ preparados para acrobacia) deleitaron con sus peculiares siluetas a unos espectadores que crían estar viendo máquinas sacadas de una película de la Guerra de las Galaxias.
Jorge Macias les siguió con su Staudacher S-300 con una exhibición en dos partes. La primera una exhibición de vuelo acrobático seguida de una a ´´radio control´´.
En ella, niños del público seleccionados por sorteo eligieron las maniobras que querían ver y las pedían por radio. Después Jorge las volaba mientras por megafonía explicaba en tiempo real en que consistían y como las realizaba.
Los espectadores eran los protagonistas y de esta forma ellos decidían (a través de los más pequeños) que querían ver.
La Armée de l´Air mandó a varios de los integrantes de su Equipo de Acrobacia al Festival equipados con sus todopoderosos Extra 330 en su preparación para el Europeo de la especialidad.
Los siguientes fueron los integrantes del TEAM PIONEER llegados desde Italia. Equipados con sus Pioneer 330 Acro, mas clásicos en silueta pero ataviados de todo tipo de bengalas, fumígenos y modificaciones.
El excampeón del Mundo, Europa y España Ramón Alonso encandilo con unas maniobras imposibles llevando al Sukhoi 31 a sus límites. Un espectacularmente largo vuelo estático, completamente colgado de la hélice y baja altura arranco innumerables aplausos mientras parecía parar el tiempo.
No hay exhibición aérea que se precie que no necesite del ruido de un caza.
Los primeros fueron una pareja de F-16 de la USAF que están destacados en Bosnia y que volaron en formación y así doblaron el ruido. Ya de por si, el F-16 es un avión ruidoso.
Finalmente el F-16 de demostración Belga con su solo demostró la capacidad de este avión con un experto piloto a los mandos (se dedica a ir a todos los grandes Airshows del verano).
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