Hablar de la Pitts es hablar del Ford modelo T de la acrobacia. Ningún avión acrobático ha hecho tanto por popularizar esta disciplina aeronáutica. Probablemente sea el avión acrobático más numeroso, por lo menos en Occidente.
También del que más versiones se han construido durante su ya dilatada carrera aeronáutica, de más de 64 años. Pocos aviones nacieron con 55 hp del prototipo, para crecer hasta los 450 hp del Ti-12.
Todo comenzó antes de la Segunda Guerra Mundial. Un joven Curtis Pitts se compró un biplano Waco que en aquella época era considerado un biplano competitivo. Tremendamente defraudado por la máquina, siempre pensó en poder diseñar y construir una máquina más competitiva.
Durante la Segunda Guerra Mundial ingresó en la Marina y comenzó a diseñar su primer avión. Al no ser ingeniero, no dudó en consultar a los ingenieros de la Marina y verificar su diseño.
En 1945, este avión ya estaba listo para volar y comenzar la leyenda. Después se conocería a este modelo como Little Stinker (pequeño apestoso) y se iría al aire con unos ridículos, para la actualidad, 55 hp. Sería su simpleza y ligereza la que le darían unas muy buenas prestaciones. Al poco comenzaría su escalada de potencia a unos respetables 90 hp.
Betty Skelton dio fama al avión al ganar los Campeonatos Acrobáticos Femeninos Internacionales dos años seguidos en 1949 y 50, en el segundo avión construido por Curtis. Esto fue antes de la creación de los Campeonatos del Mundo como los conocemos ahora.
Ya en 1960, Curtis Pitts puso al alcance de cualquier americano con un garaje, un poco de madera, tela y tubo de acero los planos para construir la Pitts S1-C. Este avión tenía un perfil asimétrico, dos alerones y 100 hp. Pese a ser un avión excepcional en la alta competición este perfil asimétrico se mostró muy limitado en las maniobras exteriores (en invertido) y un régimen de alabeo un poco escaso. La siguiente versión, S-1D, ya disponía de 4 alerones.
Esa continua evolución llevó a la Pitts S1-S: con perfil simétrico, cuatro alerones y una potencia de 180 hp. Esta máquina fue imbatible en la década le los 70, cuando ganó varios Campeonatos del Mundo codeándose con lo mejor que las industrias aeronáuticas de las principales potencias en Mundiales ponían en competición. No olvidemos que la Pitts era un avión diseñado por un piloto y que la gente la construía sobre planos como avión experimental.
En 1971, y una vez creada Aerotek, salió la primera Pitts biplaza y certificada bajo categoría acrobática de la FAA, la Pitts S-2A. Este avión tenía 200 hp y hélice de paso variable. El avión se convirtió en un éxito instantáneo, ya que a su tremenda capacidad competitiva se unía a que se podía usar en escuelas amortizando su compra.
Ya en los 80 las dos corrientes por las que “fluían” las Pitts se vieron mejoradas. La monoplaza pasó a ser la Pitts S-1T con 200 hp y hélice de paso variable (este avión se certificó y se vendió fabricado) y la biplaza con la Pitts S-2B. Este biplaza recibió el motor Lycoming de 6 cilindros y 260 hp. Algunas versiones de este avión salieron monoplazas denominándose S-2S.
Los 80 también vieron el ascenso de los monoplanos que todavía dura en la actualidad. El reinado de los monoplanos está debido a unas líneas más limpias, alas muy resistentes con mayores alargamientos que los biplanos (y por tanto más eficientes) y sobre todo liberados de la resistencia de las riostras. Un biplano, por construcción será más sencillo y ligero que un monoplano pero con una tremenda resistencia aerodinámica (más cuanto más rápido vuele). La gran resistencia viene dada de su estructura de caja, donde unos planos se dan resistencia a otros y viceversa.