Cientos de empleados toman la sede de la compañía, que se plantea suprimir entre 3 y 5 mil empleos con la reestructuración
PARIS (EL PAIS.COM)- Cientos de empleados de Air France irrumpieron en la mañana de ayer en la sede de la compañía en plena reunión extraordinaria del comité central de empresa en el que la dirección confirmó su proyecto de supresión de varios miles de puestos de trabajo.
La intrusión desembocó en incidentes que dejaron siete heridos, uno de ellos grave, según la aerolínea. Entre ellos, dos directivos tuvieron que huir de la sala con las camisas arrancadas, escoltados por los servicios de seguridad. El comité, que debía reanudarse por la tarde, tuvo que ser anulado.
Coincidiendo con la reunión, cuatro sindicatos habían convocado una huelga de dos horas y una concentración ante la sede de la empresa en Roissy, en las afueras de París. La situación se tensó cuando, una hora tras el inició del comité, varios centenares de manifestantes forzaron la entrada en la sede al grito de “Estamos en nuestra casa”.
La compañía avanzó que presentará una demanda por “violencia agravada”. En un comunicado responsabilizó de lo hechos a “unos individuos aislados particularmente violentos” y señaló que los acontecimientos “no alteran la voluntad” de la empresa de seguir negociando con los sindicatos las modalidades del plan de ajuste.
Durante la reunión, la compañía, filial desde 2004 del grupo Air France-KLM, confirmó su intención de suprimir 2.900 puestos de trabajo antes de 2017. Afectará a 1.700 puestos entre el personal de tierra, 900 entre el personal navegante comercial y 300 entre los pilotos. La aerolínea privilegiará las salidas voluntarias, pero no descarta despidos forzados en los sectores sin margen para la negociación.