Carlos Sancho, autor del blog Alas de Plomo, expone en este artículo su idea sobre cómo sería la aerolínea idealHoy me siento un poco revolucionario, más de lo habitual, y me dejo llevar por las utopías… Así que voy a diseñar una gran compañía aérea, ¡sólo para gente que se ama a sí misma!, y que quiere cuidar de los suyos durante muchos años, para seguir pagando las cuotas de la S.S. hasta más allá de los 70 años y evitar a la sociedad convertirse en una carga inútil y una molestia para sus herederos.

Siempre he abogado por la exigencia máxima en lo personal y la misma tolerancia con la gente que se esfuerza en aprender bien su trabajo, así que en esta compañía no tendrán cabida aquellos que no cumplan alguno de estos requisitos.

Para los directivos en general

Han de ser expertos en relaciones humanas, siendo lo menos importante su formación con Masters anticuados que siguen aplicando para obtener beneficios, puesto que han demostrado que son inútiles ante una crisis.

Será de utilidad la experiencia previa en puestos de trabajo inferiores a sus méritos, ya que conocerán los sentimientos de frustración de un subordinado ante un mal jefe.

Velarán en todo momento por el bienestar de sus compañeros de trabajo, ya que no habrá distinción más que de funciones y competencias, constituyendo un grupo laboral homogéneo encaminado a la participación, de todos los colectivos implicados, en el desarrollo e implementación de cualquier mejora que redunde en la seguridad y sirva de aliciente de cara al destinatario final de esos esfuerzos: EL PASAJERO.

Para los pilotos

Sólo tendrán acceso a la misma aquéllos que hayan demostrado su capacidad profesional en cualquier compañía aérea (no necesariamente de pasaje). Serán preferibles aquellos a los que no les de miedo ser despedidos por manifestar su opinión abierta ante cualquier irregularidad que detecten. Precisamente se buscan pilotos con criterio profesional y libertad de opinión, incentivando la crítica interna como medio de mejora.

No serán tenidas en consideración opiniones ajenas a la propia EXCELENCIA profesional. Es decir que no se admitirá ningún enchufe ni se buscarán adhesiones gratuitas (normalmente falsas e interesadas) para la contratación de quien no esté incluido en el perfil anterior.

La promoción interna nada tendrá que ver ni con la relación afectiva, ni otros considerandos que no sean la total garantía de EFICIENCIA profesional. La antigüedad no será ningún grado y sólo será tenida en cuenta la labor demostrada durante su permanencia en la misma. Cada puesto de confianza estará ocupado por la persona más apta para el desarrollo de las responsabilidades a que tendrá que enfrentarse.

Los lameculos, pelotilleros y demás miserables que buscan la adulación como medio de promoción, serán incluidos en una bolsa de plástico reciclable para su posterior depósito en el contenedor adecuado, y evitar contaminar al resto de personal que sólo quiere trabajar honestamente.

Para el Personal de Cabina de Pasajeros (TCP’s)

La belleza exterior será una simple anécdota en el perfil de los TCP’s, quienes recibirán la formación exclusivamente destinada al auxilio de la tripulación técnica en caso de emergencias y la correcta actuación con el pasaje de cara a su propia seguridad que es para lo que se les contratará. No tendrán que hacer tareas de hostelería, para las cuales habrá contratado personal cuya formación profesional sea la de una escuela de esa índole.

Los cursos de formación incluirán un exhaustivo entrenamiento junto a los pilotos en cuanto a coordinación de actuaciones, reglamento aéreo, y con amplios conocimientos teórico-prácticos de primeros auxilios y de psicología aplicada al ámbito aeronáutico.

Para los técnicos de Mantenimiento (TMA’s)

Los técnicos de mantenimiento tendrán la total libertad de impedir que cualquier avión salga de su puesto de aparcamiento si les queda cualquier mínima duda de que la máquina no está perfectamente en algún punto, incluso si el M.E.L. permite volar en esas condiciones. Nunca tendrán la presión empresarial para que el avión vuele a toda costa. Nuestros aviones sólo lo harán cuando la garantía y la seguridad sean plenas.

Para los pasajeros

Tendrán la opción de ver el historial de toda la tripulación del vuelo, incluidos los mecánicos que lo han supervisado, para poder decidir si todos ellos responden a sus expectativas de seguridad. En cualquier otra actividad que contratan procuran hacerlo con el mejor profesional ya sea médico, abogado o fontanero. Así que les ofreceremos la posibilidad de volar el día que quieran con la gente que deseen.

Para los aeropuertos

Esta compañía sólo operará en aeropuertos cuyas instalaciones y servicios ATC (controladores), sean los más adecuados para garantizar en todo momento la SEGURIDAD aérea, quedando pues descartados todos aquellos de inferior categoría y alejados de las ciudades a las que realmente quieren viajar nuestros pasajeros. Lógicamente serán declarados como INOPERATIVOS aquellos cuyo control sea AFIS.

Ninguno de nuestros vuelos saldrá a destinos en los que las características del aeropuerto no tengan establecidos los medios técnicos necesarios para la realización de las maniobras de despegue y aterrizaje en condiciones de precisión, siendo descartados aquellos que no ofrezcan aproximaciones ILS Cat III, cuando las circunstancias de niebla locales así lo requieran.

La propia dirección de Operaciones, apoyará y velará para que ninguna tripulación pueda decidir de manera arbitraria un intento de iniciar un vuelo en el que las condiciones meteorológicas previstas no sean las adecuadas al tipo de avión o a la experiencia requerida para este tipo de operación por parte de esa tripulación.

Los pilotos bajo supervisión o instrucción no serán considerados en ningún momento como miembros de la misma, debiendo estar siempre una pareja de pilotos experimentados, a los que se les incluirá el tercer miembro hasta completar toda la fase de instrucción en vuelo, independientemente de los mínimos legales que establece aviación civil. Garantizaremos que siempre nuestras tripulaciones estarán de acuerdo a este principio inexcusable.

En ningún momento podrán considerarse nuestros vuelos como regulares, puesto que la regularidad está sujeta a factores ajenos a nosotros mismos. Así pues nuestros vuelos siempre serán EXCELENTES, ni regulares, ni malos, ni peores…

El precio de los billetes será también variable en función de las necesidades del viajero, quedando advertidos de que NO SIEMPRE podrán volar ni el día ni a la hora que deseen. Pero tendrán la certeza de que si lo consiguen, lo harán con la total garantía de su propia SEGURIDAD.

En fin, más o menos, esto sería una empresa de aviación ideal, pero ¿sabéis cuánto os costaría un pasaje de este tipo, con los mejores aviones, los mejores profesionales y en los mejores aeropuertos? Pues eso mismo que estáis pensando… ¡un huevo!

Pero yo os pregunto, ¿creéis que merecería la pena valorar vuestra propia vida tal como hacéis en otro tipo de servicios? Yo creo que sí. Pero vosotros decidiréis con quién subir a un avión y no siempre lo más económico es lo más recomendable.

En tiempos de crisis hay que innovar y diferenciarse del mercado, tal vez los productos que sobreviven son los de calidad, el resto dura un suspiro y la vida mucho menos.