Próximamente se reestructurará del espacio aéreo europeo reduciendo los costes de operación y agilizando los mecanismos de control ¿cómo se va a conseguir?

 

2012 será un año clave en la historia de la aviación europea, ya que se pasará de contar con sesenta controles aéreos que copan el cielo europeo para reducirlo a nueve. Una simplificación que permitirá, junto con el Single European Sky ATM Research (SESAR), reducir el coste del control aéreo a la mitad, mitigar parcialmente la emisión de gases y triplicar la capacidad de vuelos.

La fragmentación que constituye actualmente el espacio aéreo europeo, dividido en 27 bloques y supervisado por más de 60 centros de control, supone un sobrecoste de 4.400 millones de euros anuales. Una ruta que atraviesa distintos centros de control no sigue una línea recta, sino una trayectoria serpenteante y los pilotos deben cambiar de frecuencia y contactar con el siguiente controlador.

Un vuelo entre Roma y Bruselas tiene que atravesar nueve bloques de espacio aéreo diferentes cuyos centros de control se gestionan con criterios distintos y tecnología propia. A todo ello se debe añadir las áreas militares restringidas al tráfico civil, lo que supone una complejidad extra. El resultado es que un vuelo intraeuropeo es un 15% menos eficiente que un vuelo doméstico.

Un poco de historia

Al finalizar la Primera Guerra Mundial se establecieron las fronteras aéreas tras la firma en París del Convenio Internacional de Navegación Aérea, en 1919. No fue hasta 1944 que se permitieron la suprimieras libertades del aire tras la Convención Internacional sobre Aviacion Civil celebrada en Chicago, con los primeros acuerdos bilaterales entre países.

El proceso para reducir y fusionar centros de control se inició en 2004 con la publicación de un primer paquete legislativo y el inicio del proyecto SESAR para una gestión más eficiente del cielo único. Con el nuevo sistema se evitan comunicaciones por radio, utilizando una tecnología avanzada para las autorizaciones de control aéreo.

En el año 2012 se espera contar con el cielo único europeo que supondrá una nueva estructura basada en nueve bloques funcionales y se abandonará la actual estructura de 27 bloques. España junto a Portugal abarcará el área sudoeste de Europa, uno de los bloques más grande de la nueva estructura aérea.