Carlos Sancho, autor del blog Alas de Plomo, analiza la actuación de evacuación llevada a cabo por la tripulación de un avión de Sothwest, que aterrizó de emergencia en Houston al sufrir el incendio de un neumático, el pasado martes 12 de mayo

 

Quiero dirigir este artículo muy especialmente a los pilotos de avión (sea cual sea el tipo) y a todos los TCP’s para que observen pequeños matices de lo que no hay que hacer o permitir. (Aunque el vídeo pueda parecer largo, es precisamente por eso por lo que he puesto la versión íntegra del incidente, porque los tiempos cuentan y mucho en lo que luego analizaré).

Cuando se produce una emergencia, no importa cuándo ni cuál sea, lo fundamental es no perder la calma y actuar de manera consciente pero lo más inmediata posible.

Si habéis visto el vídeo, desde que se produce el fuego hasta que se abre la primera rampa en la parte posterior, han transcurrido más de tres minutos, lo cual en un incendio es toda una eternidad.

Todos sabéis que los aviones se certifican para poder ser evacuados en aproximadamente 90”, ¡un minuto y medio!, para que se le de el certificado correspondiente de aeronavegabilidad. Así que aquello empezó bastante mal.

Si pensamos en la situación del fuego, parecería que no afecta demasiado a la seguridad del pasaje. FALSO. Un neumático ardiendo pone en grave riesgo de incendio a todo el avión. Os recuerdo que, a parte del caucho, a la pata del tren de aterrizaje llega también líquido hidraúlico, aceite y, sobre todo, es que está muy cerquita de los depósitos de combustible que están en los planos. Cualquier vapor de combustible podría haber generado una ignición de todo el depósito.

Sigamos. Después de haber tomado la decisión de evacuar, y habiendo tenido más de tres minutos para organizarla, nadie se queda junto a la rampa de salvamento para evitar taponamientos y ayudar a levantarse a los demás que van llegando abajo. Es de suma importancia que los dos primeros en bajar se queden a cumplir con ese cometido y eviten que se pueda amontonar gente que impida la salida del resto.

Y otro pequeño detalle que se produce alrededor del cuarto minuto de grabación, un señor, con su cartera de documentos se queda recogiendo los papeles que se le han caído. Pero si ESTÁ PROHIBIDO LLEVAR NADA EN LAS MANOS. ¿Véis el por qué de esta norma? La evidencia es muy ilustrativa, este señor no sólo se demora con su cartera, sino que impide bajar a otros por donde él ya ha salido vivo.

En fin, de nada sirven los procedimientos desarrollados y exigidos para salvar vidas humanas, si estos no se aplican correcta y escrupulosamente por parte de las tripulaciones.

Como no sé por qué no se dirigió la evacuación de manera correcta, ni por qué el comandante no la ordenó en digamos que unos treinta o cuarenta segundos que es lo que cuesta tomar la decisión recomendable, tras haber parado los motores, dejaré abierta la duda al respecto. Pero mi opinión es que el responsable de ello, el comandante, se quedó estupefacto y sin saber qué hacer. Me da la impresión de que le “sugirieron” desde fuera que debía evacuar su avión, cosa que para mí es incomprensible. Así que desde aquí recomendaría que se le diera un curso de refresco total sobre cómo hay que tomar decisiones y por qué, cómo hay que evacuar un avión. Cómo coordinarse con la tripulación Auxiliar para realizar los procedimientos de eemergencia y tantas otras reglas y procedimientos que parece ignorar el buen señor.

Acabó bien y por tanto bien está. Pero desde un punto de vista profesional esto fue un DESASTRE TOTAL de operación. Felicidades a todos por la suerte que tuvieron, ya que nadie hizo nada correcto dentro y fuera de su avión.

En cuanto a la llegada de las asistencias… ¿qué decir? Para mí bastante tarde. Pero en su descargo quiero decir que el tiempo de reacción de un sistema es una asignatura muy dificil de aprobar, es por eso por lo que ¡hay que estar siempre en estado de alerta!

Aquí puedes consultar el artículo de Carlos Sancho en Alas de Plomo