Pasajeros que recogen su equipaje durante la evacuación llegan a provocar un embudo fatal. Es el caso de la desastrosa evacuación de emergencia ocurrida recientemente en Moscú. Más de la mitad de los pasajeros precieron.
El accidente del Sukhoi SuperJet 100 de Aeroflot en Moscú nos lleva inevitablemente a examinar el efecto generado por la recogida de equipaje de los pasajeros en una evacuación.
El fenómeno ya había sido analizado anteriormente. Pero las imágenes y los hechos constatados del fatal accidente del avión ruso, en el que más de la mitad de los pasajeros murieron, plantea la duda de cuántas vidas perecieron por culpa del atasco generado en la evacuación.
Tras el fuerte impacto en el aterrizaje, el tren principal cedió y el avión quedó parado, dejando tras de sí una estela de fuego. La zona de cola del avión quedó envuelta por las llamas mientras el pasaje a bordo esperaba en pánico el momento de evacuar.
La puerta frontal derecha se abrió transcurridos 15 segundos, y la izquierda 10 segundos después. Las salidas de emergencia de cola no estaban operativas debido al intenso fuego que rodeaba el fuselaje. No habían más vías de escape, el SuperJet 100 no tiene salidas sobre los planos.
UNA ESPERA DESESPERADA
En consecuencia, los pasajeros que se encontraban en la zona más afectada por el fuego, especialmente las 10 últimas filas de asientos, esperaron desesperadamente mientras los pasajeros de las filas delanteras abandonaban el avión con menor consciencia de la gravedad del momento.
Aunque Aeroflot dice que la evacuación se llevó a cabo en 55 segundos, los videos muestran algún pasajero o tripulante abandonando el avión 70 segundos después de la extensión de la rampa. En ese momento ya se encontraban los servicios de extinción de incendios cerca del avión.
Los videos muestran pasajeros recién evacuados portando grandes maletas y equipaje de mano, lo que indica que la evacuación no fue óptima.
PASAJEROS QUE EVACUAN CON SU EQUIPAJE
Los pasajeros intentan por todos los medios recuperar sus efectos personales antes de evacuar, especialmente si no perciben evidente riesgo inmediato. Por eso es esencial que los tripulantes de cabina sean entrenados para hacer que los pasajeros no cojan sus pertenencias en una evacuación. Los TCP deben explicar qué pasará en el caso de no cumplir con estas instrucciones.
Algunos estudios recogen datos alarmantes, como por ejemplo que la mitad de los pasajeros reconocen que recogerían sus pertenencias en caso de emergencia. Los enormes compartimentos para maletas a bordo y la permisividad en ciertos mostradores de facturación no ayudan a evitar el problema. A lo que se suma la presión de comercial.
Se han dado casos de pasajeros que en plena evacuación no solo la obstaculizan, sino que incluso se desplazan en sentido contrario para recuperar su maletín. En 2008 se registró un caso de pasajero que volvió a entrar en el avión para recoger su equipaje de mano olvidado, tras una evacuación en Heathrow.
UN PROBLEMA QUE NO ES NUEVO
El problema de pasajeros que evacúan con equipaje no es nuevo. La grabación de imágenes con teléfonos móviles han mostrado esta conducta al mundo. Sin embargo hay multitud de informes de evacuaciones problemáticas por el mismo motivo, en sucesos ocurridos antes de la “era del teléfono móvil”.
Los grandes reguladores de aviación civil han advertido de los riesgos de querer recuperar equipajes en el caso de evacuación. Las compañías aéreas son ahora menos permisivas a la hora de embarcar con equipaje de mano, ponen más limitaciones y cobran a los pasajeros que se extralimitan en volumen o peso.
Los vídeos de seguridad de a bordo son muy gráficos y algunos incluyen un toque de humor, con el objetivo de captar la atención de los pasajeros durante el briefing de seguridad. Sin embargo hay dudas acerca de la eficacia de estos vídeos para transmitir la gravedad de lo que se está explicando. O la capacidad del pasaje para captar la importancia del mensaje de seguridad.
American Airlines B767 en Chicago O’Hare
Asiana 214 en San Francisco
BA 777-200 en Las Vegas, en 2015
Emirates 777-300 en Dubai, en 2016
British Airways Boeing 777-200 en London Heathrow, en 2008
[…] tres meses para su reparación. Leer más: ¿Por qué los aviones se salen de pista? Evacuaciones desastrosas que se convierten en una ratonera Siguiente Tags: a321, airbus, destacado, go around, hard landing, pilotos, tailstrike […]
[…] Este es un caso paradigmático de falta de comunicación entre cabina de vuelo y cabina de pasaje que pudo haber tenido consecuencias muy graves. Los pilotos realizaron correctamente los procedimientos correspondientes. Al final de los mismos, si el fuego no se apaga, el procedimiento contempla la evacuación de emergencia. Esta debe ser anunciada y comandada exclusivamente por el comandante, a no ser que él o el copiloto estén inconscientes o inhabilitados para hacerlo, en cuyo caso la tripulación auxiliar puede iniciarla. Solo en caso de que no se necesite evacuación deben anunciar por el PA, REMAIN SEATED repetido tres veces. Sin embargo no tenían en sus procedimientos ninguna voz que alertara a la tripulación de que se preparan para una posible evacuación del tipo CABIN CREW AT STATIONS. Los TCPs intentaron contactar con cabina de mando en varias ocasiones, pero no supieron hacerlo pues no estaban familiarizados con los interfonos de cabina (en la flota habían dos tipos y estos eran los más modernos). A ninguno se le ocurrió entrar en cabina de mando. Al no recibir ninguna instrucción, y en vista de que los pasajeros se agolpaban en las puertas y que empezaba a entrar humo por el sistema de aire acondicionado, decidieron abrir las puertas del lado donde no estaba el fuego. Sin embargo, como los pilotos no habían llegado todavía al punto de la lista de evacuación donde se ordena apagar todos los motores, el motor nº 1 estaba a ralentí. Consecuentemente las rampas de detrás del motor fueron dañadas por el rebufo, no extendiéndose completamente hasta el suelo, dificultando la evacuación y causando el único herido en la misma. Te puede interesar...Evacuaciones desastrosas que se convierten en una ratonera […]