Un juez norteamericano ha dictado sentencia contra Delta por despedir a una copiloto que denunció fatiga de las tripulaciones. El director de la FAA, anterior ejecutivo de Delta, está involucrado en el caso.
Delta obligó a la copiloto Karlene Petitt a una evaluación psicológica después de que la mujer acusara a la compañía de alentar la fatiga de las tripulaciones. Con el informe psicológico, Delta la despidió.
La piloto, especialista en fatiga, denunció a Delta en los tribunales tras ser despedida de la compañía. Cuatro años después, el juez le ha dado la razón.
El director de la FAA sabía del caso
Se da la circunstancia de que este caso afecta a Stephen Dickson, actual jefe de la Federal Aviation Administration (FAA). Dickson fue anteriormente vicepresidente de operaciones de vuelo de Delta, y fue informado del proceso contra la copiloto por denunciar aspectos referentes a la seguridad de vuelo de la compañía aérea.
Karlene Petitt demandó a Delta en 2016 ante el Departamento de Trabajo por obligar a los pilotos volar en condiciones de fatiga. La compañía reaccionó exigiendo un informe psicológico a la copiloto, que fue realizado por un médico elegido por Delta. El informe determinó que la copiloto sufría un desorden bipolar y por lo tanto no debía volar.
La copiloto recuperó su licencia de vuelo
Tras ser despedida, otros informes posteriores, elaborados por expertos independientes, concluyeron que Karlene Petitt sí estaba capacitada para su trabajo como piloto y volvió a volar.
El juez del caso, determinó que la compañía aérea no aportó pruebas satisfactorias contra Petitt y que había evidencias de manipulación contra la piloto: la trabajadora fue obligada a un escrutinio especial para silenciar sus acusaciones sobre safety.
Delta castigó y discriminó, según el fallo, a la portadora de una acusación protegida por leyes federales sin ninguna evidencia que indicara que su “desempeño como piloto fue deficiente de alguna manera”.
El juez critica la cultura de seguridad de Delta
Según el juez, “ni un solo testigo cuestionó su capacidad como piloto”. La mujer fue “discriminada ilegalmente mediante una evaluación mental” que afectaba a su carrera profesional. Karlene Petitt tiene una amplia experiencia como copiloto senior y además tiene un doctorado en Aviation Safety.
Muchos en Delta apoyaban sus denuncias sobre safety y la animaron a llevar sus quejas ante los directivos de la compañía. Otros compañeros consideraban desmesuradas sus denuncias.
El fallo se hizo público antes de Navidad y contiene fuertes críticas a la cultura de seguridad de Delta. Advierte contra el uso de evaluaciones psicológicas exigidas por parte de los gestores “con el propósito de obtener un cumplimiento ciego por parte de sus pilotos”.
El fallo es a favor de la trabajadora y Delta deberá indemnizarla con medio millón de dólares. La aerolínea ha dicho que recurrirá el fallo.