En los meses de mayo a septiembre/octubre el día empieza a las 05:30.
Café y tostá, y para la pista.
Cuenta la pista con 700 mts de largo, 23 ancho, y suelo llegar media hora antes del orto para revisar bien el avión.
Junto con el mecánico comprobamos el combustible, aceite, piezas mecánicas, etc.
Normalmente llevo en el pen-USB los trabajos a realizar en formato digital, es decir, las parcelas a tratar.
Trabajo con DGPS, que aporta información de dónde puedo abrir y cerrar la llave de líquidos, así como información de dónde está la pasada con su desvío en metros a derecha e izquierda.
Una “pasada” es una franja de tratamiento, y tiene entre 12 y 20 metros de ancho y el largo correspondiente de la parcela en cuestión.
La pasada se hace a entre 2 y 10 metros de altura.
Si es un tratamiento con herbicida o insecticida siempre hay un técnico de la Junta al cual le tienes que descargar la parcela que has tratado para ver si has cumplido la normativa…
Y tiene que estar terminado a las diez de la mañana para que el producto no “contamine” por evaporación.
Suelo hacer entre 8 y 15 vuelos al día, cargando entre 600 y 1.200 litros/ kilos cada uno.
Para sólidos no hay restricción de horario por razones obvias, aunque prefiero los líquidos porque en caso de emergencia, y al actuar sobre la palanca de “emergencia”, el avión libera una tonelada de peso en 4 segundos.
Con los sólidos no pasa esto.
En Sevilla te cargan el hopper con semillas de arroz (unos 750 kgs.) y se siembra de ésta manera.
Este año tuve parada de motor y llegué a tierra con 300 kgs. de arroz!
Fotos de Dani Guerra