Nacida hace más de ocho años como un elemento más de la librería aeronáutica Miguel-Creus, la Simuteca ha adquirido entidad propia
BARCELONA (EXTRACREW.COM)- La Simuteca, sección de vuelo virtual del popular establecimiento del barcelonés barrio de Gràcia La Aeroteca, nació hace ocho años como un complemento más a la abundante oferta literaria y de complementos aeronáuticos. Desde entonces, más de 1600 usuarios de diversa índole han utilizado las instalaciones y han proporcionado identidad propia a la sección de vuelo virtual.
El espectacular crecimiento experimentado por la aviación virtual, en gran medida debido al vertiginoso progreso experimentado por la informática y la realidad virtual en escasas décadas, ha hecho crecer de modo exponencial el número de usuarios de todo tipo.
Destacado papel ha tenido el simulador Boeing 737-NGV, que a lo largo de casi una década ha sido mejorado y renovado, tanto en software como en hardware. Según estadística de la propia Simuteca, casi un tercio de los usuarios son pilotos profesionales que vienen a realizar prácticas de entrenamiento y preparación para entrevistas de trabajo. Una actividad que no requiere certificación oficial y que pueden realizar en la Simuteca a un coste sensiblemente inferior.
Cerca de un 15% son pilotos virtuales que desean ampliar su experiencia de pilotaje en un entorno realista e incrementar su conocimiento de la mano del personal de instrucción, o aviadores deportivos que sienten curiosidad por conocer la sensación de pilotar un avión de altas prestaciones como es el B737.
Vale la pena destacar el importante papel que juegan las sesiones en el simulador B737NG en las terapias para vencer la aerofobia. El miedo a volar afecta en la actualidad a un 10% de la población.
Significativa resulta la cifra de más de un 40% de usuarios que forman parte del grupo de los fans de la aviación, que sin tener conocimientos de pilotaje o titulación previa, simplemente esperan obtener una experiencia distinta a todo.
Como dato curioso, el simulador dispone de asientos para acomodar hasta 10 “pasajeros”, de modo que si uno quiere estar “acompañado” durante el vuelo por amigos, familiares, etc… y conservar un recuerdo colectivo del acontecimiento puede hacerlo. Los asientos son auténticos y perteneciente a un avión de línea y, dato importante, los acompañantes no pagan billete.