¿Por qué motivo se ha hecho tan lucrativo ser piloto comercial? Los sueldos de los pilotos suben como la espuma en Oriente Medio y Asia, mientras las aerolíneas occidentales empiezan a acusar la falta de profesionales.
En primer lugar, no es fácil convertirse en piloto comercial. El coste de la formación en una escuela privada es muy caro y cada hora de vuelo supone una inversión muy elevada, que todo alumno debe hacer, y que está muy por encima de las posibilidades de cualquier familia media.
Además, los salarios en las aerolíneas tradicionales han bajado, y en muchos casos la inversión en formación -que lleva entre dos y tres años- puede no compensar.
Ser piloto en Oriente Medio
Esta situación ha sufrido un giro radical con el incremento del tráfico aéreo en el mundo. Especialmente, con el desesperado crecimiento de las aerolíneas en Asia y Oriente Medio, que necesitan más y más pilotos.
Estas compañías pagan salarios entre dos y tres veces más que en Europa, y hasta cinco veces más que en Latinoamérica. Mientras, las compañías occidentales se enfrentan ante el reto de retener a los pilotos con mejores condiciones laborales.
En aerolíneas de mercados emergentes hay una competición por captar los mejores profesionales.
Muchos pilotos marchan a Qatar Airways para desarrollarse profesionalmente y volar larga distancia. “Las condiciones salariales son increíbles, aportan un seguro médico internacional y muchos otros beneficios”, dicen quienes vuelan ahí.
La aviación mundial está cambiando muchísimo. Los países occidentales no están valorando suficientemente la profesión y muchos pilotos se quejan de falta de reconocimiento. Mientras, la competición por captar pilotos en países emergentes es grande.
Crecimiento imparable de las aerolíneas
El año 2017 ha sido el de mayor crecimiento de pasajeros de los últimos siete años, con un 7’5%. Mientras que en el 2018 se espera un aumento del 5’6%.
Según la IATA, se está creciendo en empleos y rutas, y además las aerolíneas están alcanzando buenos resultados empresariales y con un beneficio sostenido.
Según Boeing la demanda en los próximos 29 años es de 500.000 de nuevos profesionales en todo el mundo, incluyendo pilotos y técnicos de mantenimiento. Pero la formación de nuevos pilotos es muy lenta.
La formación requiere de una inversión muy elevada: entre 60.000 y 120.000 euros. Sin embargo, desde hace menos de una década los salarios de los pilotos que empiezan una carrera está entorno a 20.000 euros al año en aerolíneas regionales.
Este escenario ha supuesto una desmotivación enorme para los jóvenes, que han visto difícil justificar una inversión en formación para obtener salarios tan bajos. Un salario con el que dificilmente se puede cubrir los costes de la formación.
La situación está cambiando
Estamos en un momento de incremento explosivo del tráfico aéreo. La demanda de profesionales de la compañías está siendo superior a la capacidad real que tienen las escuelas de formar nuevos pilotos.
Hay escasez de pilotos, lo que está llevando a un incremento de los salarios y mejora de las condiciones laborales. En China se está ofreciendo a los comandantes más de 250.000 euros al año (después de impuestos), además de bonus y otros incentivos, para captar pilotos.
Una de las grandes ventajas de ser piloto, es que la experiencia es algo que lleva el profesional consigo. Y es uno de los aspectos más valorados por cualquier aerolínea. No importa el país donde se vuele, mientras sea el mismo modelo de avión.
El piloto bien formado y que acumula horas de experiencia tiene un reconocimiento mundial, es decir, todos los organismos oficiales (Aviación Civil) de cualquier país reconoce las horas de vuelo. Por eso es tan importante una buena formación y acumular horas de vuelo.
Buenos salarios y el reconocimiento a la profesión de piloto. ¿Estamos volviendo al añorado glamour de la aviación?