Detener el avión en el aire. Un concepto físicamente imposible, a no ser que el viento esté tan cruzado y violento como el 26 de marzo de este año en Manchester (UK), que se sume el efecto óptico de la distancia, y que este B787 de Qatar Airways vuele a una velocidad indicada similar a la de las fortísimas rachas de viento imperantes. El resultado, a la vista está…