Brian Ross, periodista estrella norteamericana, investiga cómo descansan las tripulaciones técnicas dos años después del accidente de Buffalo.
Hace dos años dos pilotos se estrellaron en Buffalo cuando el avión que pilotaban se precipitó tras una descoordinada actuación de los pilotos, que se achaca a la fatiga de vuelo. Murieron medio centenar de personas.
Ambos pilotos procedían de otras ciudades y no habían descansado adecuadamente la noche previa porque no podían pagarse un hotel. El salario que percibían no les permitía pagar un lugar en condiciones para descansar.