Un A320 de la compañía turca Atlas Global tomó de emergencia con graves daños, el autopilot inoperativo, y los parabrisas destrozados
ESTAMBUL (EXTRACREW.COM/Agencias)- Más que de toma de emergencia, cabría calificar la proeza del comandante Akopov y su tripulación de “toma de milagro”, a juzgar por las condiciones en que estaba el avión a su mando. La hazana recuerda poderosamente a la protagonizada por Chesley “Sully” Sullenberger en el río Hudson en 2009.
Un avión A320 de la compañía turca Atlas Global, con 121 pasajeros y seis miembros de la tripulación a bordo que había partido del aeropuerto de la capital turca rumbo a Erkan, en el norte de Chipre, sufrió los terribles efectos de una violenta tormenta de granizo que descargó pedrisco del tamaño de pelotas de golf en Estambul, destruyendo por completo la cubierta del morro de la aeronave, dañando el autopilot, el radar meteorológico y el parabrisas.
El comandante de la aeronave de nacionalidad ucraniana, Alexander Akopov, optó por declarar emergencia. El vuelo fue autorizado a aterrizar de nuevo en el aeropuerto de Ataturk, a pesar de que se había cerrado a causa de la tormenta, activándose todos los dispositivos de emergencia del aeropuerto.
“Fue mi aterrizaje más difícil en 30 años como piloto pero lo más importante es que logramos hacerlo y todos los pasajeros están vivos”, declaró a los medios de comunicación el capitán Akopov, tras el complicado aterrizaje.
El presidente de Ucrania, Petro Peroshenko, llamó al capitán para felicitarlo y comunicarle que le será otorgada la distinción de la ‘Orden del Coraje’ de su país.
En la tormenta resultaron dañados cuatro aviones más, estacionados en el mismo aeropuerto.