El fabricante acumula 7.000 millones de sobrecostes en el carguero militar
Según datos confirmados ayer por la compañía, Airbus carga con más de 7.000 millones de euros de sobrecostes por los problemas técnicos, industriales y comerciales que han acompañado al programa A400M desde su lanzamiento en 2003.
El último cargo del A400M se conoció ayer y corresponde al año 2016: 2.210 millones de euros -de los que 1.200 se anotaron en el último cuatrimestre-, fruto de nuevos fallos detectados el año pasado en los motores, que obligaron a sustituir la mitad de las cajas reductoras (PGB) de los aviones. Este escollo dio como resultado unos sobrecostes mucho más abultados que los de ejercicios anteriores, de 290 millones en 2015 y 551 en 2014.
Para evitar que ese lastre siga creciendo, la compañía renegociará con los estados compradores de la aeronave -son ocho y están agrupados en la agencia Occar- algunos puntos del contrato, de modo que dejen de aplicarle penalizaciones por los retrasos en las entregas.
Ésta no es la primera vez que Airbus pide ayuda los estados compradores -España, Alemania, Francia, el Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo, Turquía y Malasia-. Ya en 2010, tuvieron que salir al rescate del programa con una aportación de 3.500 millones de euros -1.500 millones en créditos reembolsables- para no dejar caer el programa militar.
El grupo aeroespacial europeo sufrió una caída del beneficio neto del 63%, al pasar de los 2.696 millones de 2015 a los 995 millones del año pasado. El tipo de cambio de las divisas y las provisiones realizadas en el proyecto del A350 y el programa de reestructuración del grupo (despidos a consecuencia de la integración de una división en la matriz) también contribuyeron a los malos resultados, de los que el 400M es parte destacada.