La previsión a medio plazo resulta fundamental en situaciones como la del viernes pasado.

La previsión a medio plazo resulta fundamental en situaciones como la del viernes pasado.

Una potente tormenta en las primeras horas de la noche del viernes causó un caos en el aeropuerto madrileño

MADRID (EXTRACREW.COM)-  La fuerte tormenta que descargó sobre Barajas el pasado viernes 29 de abril,en torno a las 21:30 LT impidió que cerca de una treintena de aviones pudieran tomar tierra en el aeródromo y se vieran obligados a desviarse a sus alternativos.

De ellos, cuatro declararon corto de combustible, y procedieron a Almería, Valencia y Alicante, mientras que sólo uno fue autorizado a aterrizar en Madrid.

De los vuelos desviados, aterrizaron cinco en Zaragoza, seis en Valencia, siete en Alicante, dos en Almería, uno en Sevilla, uno en Albacete y seis en Barcelona.

Cerca de las 9 y media de la noche del viernes las autoridades aeroportuarias decretaron el cierre del aeropuerto, (rate 0). Con ello durante al menos una hora no pudo aterrizar ni despegar avión alguno de Barajas.

Ignacio González, director de navegación aérea de Enaire, reconoció al periódico digital Cinco Días la gravedad de la situación que se vivió el viernes en el TMA de Madrid: “Una tormenta así no se daba en Madrid al menos desde 2011. Efectivamente fue complicado porque ayer venían muchos turistas a pasar el puente a Madrid y el tráfico de llegada era más intenso que el habitual.  Afortunadamente el sistema está preparado para atender este tipo de fenómenos y todo se pudo solucionar . A lo largo de la noche, cuando ya había remitido la tormenta, muchos de  los aviones desviados pudieron regresar”.

Barajas pidió ayuda al cercano aeropuerto militar de la base de Torrejón para que los aviones pudieran aterrizar en su pista. Sin embargo, la autorización del general de la base se demoró más de 40 minutos cuando, las condiciones climatológicas ya habían mejorado algo y poco a poco, los aviones podían empezar a entrar en Barajas.

Los controladores consultados insisten en que estas situaciones se podrían evitar si se regula con la suficiente antelación, es decir, si se toma la decisión de reducir la capacidad del aeropuerto en base a la previsión meteorológica para evitar situaciones como la del viernes.