El motor se incendió por un insólito problema de ingeniería. Nadie murió en el suceso, pero 20 personas sufrieron heridas, una de ellas de gravedad.
WASHINGTON (EXTRACREW.COM/Agencias)- El 28 de octubre de 2016, el vuelo 383 de American Airlines, que transportaba a 161 personas se incendió durante el despegue en el Aeropuerto Internacional O’Hare en Chicago, lo que condujo a una evacuación de emergencia del avión en la pista.
Ahora, casi dos años más tarde, una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha descubierto que el incidente fue causado por una curioso fallo de ingeniería.
La NTSB descubrió que la rotura de un disco metálico en el motor del B767-300ER provocó el incendio en el motor, fabricado por General Electric. El fallo estaba en la aleación de níquel-metal que se había usado para fabricar el disco. Una circunstancia extremadamente rara según el fabricante.
GE dijo que habían pasado 30 años desde que se detectó el problema, y ese avión era el único que todavía usaba un disco fabricado con ese lote de metal defectuoso.
Afortunadamente nadie murió en el suceso, pero 20 personas sufrieron heridas, una de ellas de gravedad.