Culmina el primer vuelo de ida y vuelta con éxito de un cohete espacial
CABO CAÑAVERAL (EXTRACREW.COM/Agencias)- Un cohete desarrollado por la empresa estadounidense Space X ha logrado por primera vez en la historia regresar de una misión espacial y posarse lentamente y en posición vertical muy cerca de donde había despegado, un hito que abre el camino a la tecnología espacial reutilizable y el abaratamiento de los costes de lanzamiento de cargas al espacio.
El lanzador Falcon 9 despegó desde unas viejas instalaciones de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida) a las 20.29 hora local del lunes (02.29 del martes en la España peninsular) llevando en su cofia un módulo Dragon con 11 satélites de comunicación de la empresa Orbcomm.
Al alcanzar los 200 kilómetros de altura, el Falcon 9 se separó del resto de la carga, realizó un giro y regresó a la Tierra para aterrizar en el lugar previsto, a solo 10 kilómetros de donde había despegado. La operación duró 11 minutos. Mientras, el resto del cohete, con la carga Dragon, siguió su ruta hasta conseguir poner los 11 satélites en órbita, una operación que duró en total una media hora.
Siempre manteniendo la posición erguida el Falcon 9 se posó suavemente gracias al uso de unos retromotores y unas patas desplegables situadas en su base.
El aterrizaje vertical del cohete se ha logrado después de dos intentos fallidos, el último de los cuales el pasado junio, cuando estalló poco después del despegue y destruyó un Dragon con más de dos toneladas de suministros que debía transportar hasta la Estación Espacial Internacional. Un reto si se tiene en cuenta que el lanzador o primera fase -la que regresa a la Tierra y que en los modelos convencionales se pierde en cada lanzamiento- mide 42 metros de altura y pesa casi 500 toneladas.
En los intentos anteriores, SpaceX había optado por el aterrizaje en una plataforma flotante situada en el mar, lo que evitaba daños colaterales en caso de accidente. En esta ocasión, el aterrizaje se ha efectuado sobre tierra firme.
SpaceX anuncia que pretende realizar misiones tripuladas “en un plazo de dos o tres años”. La cápsula presurizada Dragon, que también se recupera mediante un paracaídas, está diseñada para transportar tres toneladas en su interior, con un espacio disponible de 25 metros cúbicos, muy superior a las Soyuz rusas.
Estados Unidos retiró su flota de transbordadores en el 2011 y perdió la capacidad para realizar viajes tripulados en un vehículo propio, por lo que ha dependido de las naves rusas Soyuz para enviar a sus astronautas a la ISS.