La radicalización del clima afectará al transporte aéreo, según este estudio.

La radicalización del clima afectará al transporte aéreo, según este estudio.

Según un estudio universitario, el cambio climático afectará especialmente a los vuelos transoceánicos

LONDRES (EXTRACREW.COM/Agencias)- Un estudio dirigido por el físico atmosférico de la Universidad de Reading (UK) Paul Williams, ha calculado que la aviación comercial trasatlántica invertirá 2.000 horas extra en el aire todos los años, añadiendo millones de dólares a los costes del combustible de avión y aumentando el riesgo de retrasos, como consecuencia del calentamiento global.

Los aviones que vuelan entre Europa y América del Norte van a pasar más tiempo en el aire debido cambios en la velocidad media de la corriente en chorro que recorre el hemisferio norte de Oeste a Este. Al acelerar la corriente en chorro acelerará algo los vuelos hacia el este, pero frenará en mayor medida los vuelos con rumbo al oeste.

El viento medio de la corriente en chorro a lo largo de la ruta de vuelo entre el aeropuerto de Heathrow de Londres y el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York se prevé que aumente un 15%.

El estudio, publicado este 10 de febrero en la revista Environmental Research Letters, examinó los efectos de la duplicación de la cantidad de CO2 en la atmósfera, lo que ocurrirá en las próximas décadas a menos que las emisiones se reducen rápidamente.

Como consecuencia, el estudio prevé que los vuelos con destino a Londres tendrán el doble de probabilidades de bajar de 5 horas y 20 minutos de trayecto, lo que implica que los tiempos de cruce récord ocurrirán con una frecuencia cada vez mayor en el futuro.

Por otra parte, los vuelos con destino Nueva York tendrán el doble de probabilidades de hacerse en más de 7 horas, lo que sugiere que las llegadas con retraso serán cada vez más comunes.

Debido al tiempo extra gastado en el aire, los vuelos transatlánticos quemarán un extra de combustible por valor de 22 millones de dólares anuales, y emitirán un extra de 70 millones de kilos de CO2, equivalente a las emisiones anuales de 7.100 hogares británicos.

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