¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

IBERIA

Por seguir en senda ascendente

A330 Iberia nueva librea

Iberia ha marcado un importante hito en la recuperación de su posición n el contexto nacional e internacional con el anuncio de un incremento de tráfico en enero del 9,5%. Una recuperación en el primer mes del año que augura un ejercicio a muy buen nivel.

Las tormentas que hace apenas unos meses zarzadeaban la antigua compañía de bandera parecen diluirse al mismo ritmo con que se anuncian la recuperación de rutas perdidas –o abandonadas- la llegada de nuevos aviones más eficientes, o se consolida un relevo en la dirección y en su modo de hacer más que necesario.

Acaso se deba buscar la responsabilidad del drástico cambio de tendencia a otros retoques de todos conocidos, pero sin duda los antes enumerados poseen una importancia y un calado tales que hablan por si solos.

vario_des

SECUESTRO EN SUDÁN

Por el desamparo de las tripulaciones e zonas de conflicto

UTair

Las profesiones ligadas al transporte aéreo, son junto al periodismo y al voluntariado, probablemente las más desamparadas cuando se ejercen en zonas de conflicto. La lista de pilotos, TCP, reporteros o voluntarios de ONG secuestrados o asesinados cada año en zonas de conflicto alcanzan proporciones espeluznantes, y que no debieran dejar indiferente a la sociedad.     

¿Quién no recuerda casos como el del mallorquín Toni Planas, que en 20112 dejó la vida en un atentado en Kabul? O casos más recientes, como el de los dos pilotos de UTair capturados en Sudán el pasado enero y de cuyo secuestro apenas se han hecho eco los medios de comunicación.

Estos días la OACI se ha reunido en Montreal para tratar, entre otros temas, el de la seguridad de los vuelos civiles en zonas en conflicto.  Que duda cabe sobre la importancia del tema. No obstante, sería de desear que el documento final que emita el Organismo aeronáutico incluyera un epígrafe para tratar de la situación de las tripulaciones que operan en esas zonas poco seguras, a menudo por un salario más que modesto.