CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?
Lo mejor y lo peor de la aviación civil
AEROPUERTO DE CASTELLÓN
Por arrojar algo de luz al final del túnel
El aeropuerto de Castellón nació torcido desde el primer momento. Ha estado en descenso en nuestro variómetro en multitud de ocasiones. Hoy no obstante ocupa el segmento ascendente porque a pesar de los múltiples males de los que adolece, la finalización de las obras de la zona de giro de final de pista abren un resquicio a la esperanza de que a la postre será capaz de enderezar tanto entuerto como ha protagonizado. La reparación de las deficiencias en el área de giro de las aeronaves abre la posibilidad a una futura certificación del aeropuerto, y a su futura puesta en marcha. Pero no nos engañemos, también pone en dramático primer plano el resultado, tremendamente costoso para el bolsillo del contribuyente, de las infraestructuras movidas por intereses políticos que anteponen sus argumentos al buen criterio de los técnicos que de verdad entienden sobre la bondad o necesidad de su ejecución. Esperemos que tanto desaguisado sirva de lección en lo venidero. |
ACCIDENTE SUPERJET 100
Por lo que representa en lo humano y en lo tecnológico
El accidente esta semana del Sukhoi Superjet 100, en su gira de demostración por Asia contiene elementos que lo convierten en doblemente dramático, si cabe. De hecho cualquier accidente que comporte víctimas encierra un drama humano y en muchos casos, cuando no es el propio ser humano el causante, un serio revés a las aspiraciones tecnológicas de aquellos que fabricaron o impulsaron en un primer momento el proyecto. En este caso a la cincuentena de víctimas mortales, y a falta de determinar el origen humano o técnico de la catástrofe, hay que añadir la pátina de fracaso tecnológico que representa que el suceso haya acaecido durante una demostración. El peso que para un fabricante emblemático como Sukhoi puede suponer el accidente de su Superjet 100 puede alcanzar proporciones difíciles de soportar. Tampoco serán livianas las presiones para que el dictamen apunte hacia un liberador fallo humano. La confirmación de un error mecánico o de diseño seguramente borraría para siempre de los cielos al Superjet 100. Un vuelo de demostración al igual que un viaje inaugural debe ser eso; una puesta en evidencia de las bondades de producto y nunca puede acabar en desastre, so pena de truncar su posible futuro. Para muestra de ello, el Titanic. Hace 100 años se hundió en su viaje inaugural. Tras él, ningún barco ha vuelto a llamarse así. |