CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

EMIRATES

Por sus excelentes resultados

Con la que está cayendo, afortunadamente existen aerolíneas que no sólo mantienen el rumbo sino que además su trayectoria es ascendente. Emirates acaba de publicar unos excelentes resultados en los primeros seis meses de su año fiscal, finalizado el 30 de septiembre, con un beneficio neto de 1.700 millones de dírhams (364,7 millones de euros) lo que supone un aumento del 104% en comparación con el mismo semestre del año anterior. La compañía transportó de abril a octubre a 18,7 millones de pasajeros, un 15,4% más que en el mismo periodo del año anterior, al tiempo que el volumen de carga transportada aumentó también en más de un 16%.

Algunos dirán que tanta bonanza forma parte de las ventajas de los petrodólares que circulan bajo el subsuelo de la península arábiga. No nos engañemos; la volatilidad de los mercados, los vaivenes en la cotización del crudo, la recesión que azota las economías clásicas y el hecho de que el jet A1 se paga a precio de mercado –se reposte donde se reposte- desmontan ese fácil argumento.

Lo cierto es que el éxito hay que buscarlo en la calidad, en la excelencia del servicio, en el gusto por las cosas bien hechas y la valentía de apostar sin miedo para conseguirlas. Cualidades que por desgracia resultan antagónicas con el modo de hacer que impera en, pongamos por caso, Europa, donde florece la cultura del “cuanto peor, mejor” incluso entre operadores históricos que en su momento hacían gala de la calidad de su servicio, pero que ahora se abocan sin pudor al low cost más cutre.

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WILLY WALSH

Por tener una madre que es una santa

“Who’s going to stop me doing it? It’s a long time since I’ve had to ask my mother for permission to do anything.” Con esta frase se despachaba el ínclito consejero delegado de IAG en una entrevista en el no menos conocido rotativo británico The Guardian, en clara referencia a la titular del ministerio de Fomento español, Ana Pastor.

Pastor, a la que seguramente le silban los oídos con excesiva frecuencia de un tiempo a esta parte, tras la reunión del pasado martes con la directiva de Iberia da la sensación de haberse percatado de que la compañía que hasta hace un par de años estaba en números negros anda, valga la redundancia, “en mala compañía”. Un ERE sobre la quinta parte de una empresa de la magnitud de Iberia no es cosa de tomarla la ligera, y eso es precisamente lo que parece que va a hacer el gobierno. Algo que a Mr. Walsh, ex piloto en Aer Lingus y a lo que parece adicto al deporte del “mando y ordeno”, le habrá sonado a reprimenda adolescente por volver a “las tantas”, o a imposición de horario para la cena.

A pesar de que seguramente será cierto que este dublinés cincuentón tiempo ha que no recibe ordenes – por lo menos de su madre-, y sea o no del agrado de cada cual la persona y el partido que representa Ana Pastor, lo cierto es que la frase, dirigida a quien detenta una representación ministerial del Reino de España, constituye un insulto a nuestras instituciones democráticas y al pueblo español en su conjunto que requiere reparación inmediata. Seguramente la señora Walsh es una santa, pero su vástago no parece haber seguido sus pasos.