¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

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COPAC

Por actuar en el asunto de AEA Express

COPAC

Era hora de que el Colegio Oficial de Pilotos tomara cartas en el asunto en el flagrante caso de las tasas por concurrir a una prueba de trabajo. El desencadenante, la convocatoria de Aeronova para cubrir las tripulaciones de la futura Air Europa Express. Un caso más -no es el único ni el primero- de empresa que intenta rentabilizar económicamente lo que son “sus” necesidades de personal a costa de la necesidad de trabajo ajena.
Vivimos tiempos en que los conceptos de aquello que es lícito con lo que resulta ético conviven y se diluyen en el mar de la abundancia de personal cualificado, que contrata con el yermo páramo de la oferta laboral. Esa es la semilla de la que brotan despropósitos como el pago por volar o por obtener una HT, o el mencionado pago de tasas por acudir a una convocatoria de empleo. Prácticas que recuerdan el tiempo en que el reo de muerte era obligado a abonar el precio del metro y medio de cuerda que serviría para ejecutar su sentencia.
Con la denuncia ante la Inspección de Trabajo efectuada la semana pasada por el COPAC se marca un punto de inflexión cuya continuidad pasa por la erradicación total de estas prácticas abusivas. Conviene seguir por este camino.

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VUELING

Por no saber dejar atrás los conflictos laborales

VUELING

Apenas superado el último conflicto laboral gracias al excelente resultado de la negociación entre Vueling y el colectivo de pilotos, cuando en los últimos días de la pasada semana salta la noticia de que el sindicato de TCP Stavla ha interpuesto una denuncia ante la Inspección de Trabajo por considerar que la compañía incumple el precepto contenido en el artículo 64 del Convenio referente al derecho de información. “Ya estamos de nuevo”, puede preguntarse alguien.
El problema que subyace, y que resulta la parte verdaderamente importante del conflicto, no es tanto la falta de información -que lo es- como la absoluta carencia de celeridad y transparencia en resolver cuestiones tan punteras como las propias condiciones laborales de los TCP, o la concreción definitiva de las futuras tablas salariales. Algo que una compañía del calado de Vueling no se puede permitir en modo alguno.
Toda la celeridad y buen hacer exhibidos hace apenas un año en el conflicto por la base romana de la compañía se ha esfumado en este caso. ¡Una pena!