CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

GESTAIR

Por apostar por el futuro

La pasada semana Gestair presentó ante los medios de comunicación su nueva base en el aeropuerto de Madrid-Barajas, un cambio de ubicación que nace por un lado como consecuencia de la reciente adjudicación concedida por AENA, y por otros por el anunciado cierre a la aviación corporativa del aeropuerto de Torrejón.

Cabe desear la mejor de las suertes para Gestair Private Aviation en esta nueva etapa, que arranca con una fuerte inversión a pesar de “la que está cayendo”, y que debe servir para incrementar su peso en un mercado que en Europa y particularmente en España siempre se ha mostrado difícil, pero a la vez de gran futuro.

Seguramente el cambio acabará por beneficiar al operador, en la medida de que Barajas no está sujeta a las servidumbres de horario y pista en servicio que imperan en LETO, pero siempre que las solicitadas pistas y rodaduras del hub madrileño permitan poner en práctica la filosofía raíz de la Aviación Corporativa que se sustenta en la inmediatez de un servicio que se presta “a la carta”. Ese será el principal reto para AENA, a la hora de certificar la bondad del traslado de la Corporativa a LEMD.

vario_des

SERVICIO DE SALUD DE CASTILLA-LA MANCHA

Por tener sus helisuperfícies sin regularizar

Suspenso doble para el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) por no tener regularizada ni una de las 213 helisuperficies con las que cuenta el servicio. Y decimos suspenso doble porque al hecho absolutamente inadmisible, es preciso sumar que el hecho era conocido por el director de Urgencias y Emergencias del SESCAM desde diciembre de 2011 ¡hace más de un año!

Lamentablemente, el nuestro es un país donde la capacidad de asombro se pone a prueba a diario sin que aparentemente se vislumbre el límite. Si nos ceñimos estrictamente al mundo de la aviación y más en concreto el sector de los trabajos aéreos y el ala rotativa, los diferentes episodios acaecidos en los últimos años llevan la situación al extremo de esperpento incalificable. Ahora sólo falta que AESA intervenga certificando, exigiendo las modificaciones a que haya lugar o, si procede, clausure en aquellos casos donde sea necesario. En beneficio de todos, cabe esperar que para actuar –el servicio de helicóptero medicalizado no es un lujo, es una necesidad- no requiera el mismo lapso de tiempo que ha hecho falta para que se conocieran los hechos.