¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?
Lo mejor y lo peor de la aviación civil
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MS21
Por añadir presión a los grandes
Como ya hiciera en su momento China con el C919 de la COMAC, Rusia ha decidido irrumpir en el mercado de la aviación comercial, anunciando el inminente inicio de los vuelos de prueba de su MS21.
No es la primera vez que Rusia encamina sus pasos hacia la aviación comercial. Con los Sukhoi, Ilushin y Tupolev ya lo hizo en su momento. la diferencia notable es que ahora se enfrenta a un panorama globalizado, dónde sus potenciales clientes ya no son únicamente los países de la órbita soviética como antaño. Ello implica un notable salto en un factor en el que tradicionalmente Rusia no saca nota. La competitividad.
Si antaño la solidez rusa, su capacidad de hacer máquinas “a prueba de bomba” sin importar su eficiencia, era un importante baluarte, ahora el éxito pasa por fabricar aviones eficientes, respetuosos con el Medio, y competitivos en términos económicos. En ese arte son auténticos maestros los norteamericanos y, sobretodo, los europeos.
El mercado, todos los dicen, está creciendo a ojos vistas. Las próximas décadas servirán para ver cuán grande es la tajada del pastel que se lleva cada uno, y Rusia está clarísimo que quiere su parte. |
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RAYANI AIR
Por mezclar aviación y religión
Rayani Air, la única aerolínea malasia que aplica la sharía o ley islámica en sus vuelos, ha sido suspendida por tres meses a causa de su “servicio defectuoso”, según anunció el Departamento de Aviación Civil de Malasia esta pasada semana.
Sin entrar en el detalle de lo que puede ser considerado “servicio defectuoso” por parte de las autoridades malayas -esperemos que no sea referido a la seguridad en la operación- intuimos que la mezcla de aviación con la interpretación más restrictiva de las leyes que rigen la creencia musulmana tendrá mucho que ver en la decisión adoptada. No resulta la mejor combinación a bordo de un avión, y menos para garantizar un nivel de seguridad adecuado, mezclar ambas cosas. Menos aún hasta el extremo de rozar la exageración.
Convertir un avión en una especie de mezquita volante no parece el mejor modo de aplicar la normativa vigente. Desde el respeto más profundo a todas las religiones, pero también a la libertad de las personas ¿Se imaginan un avión donde se tuviera que rezar obligatoriamente el rosario antes de cada vuelo, o que toda la travesía estuviera amenizada por fuerza por mantras budistas? Cada cosa en su sitio, y un sitio para cada cosa.
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