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PILOTOS DE IBERIA

Por su ejercicio de responsabilidad en el tema de LEVEL

El apoyo masivo mostrado en las urnas por los pilotos de Iberia a los acuerdos alcanzados en febrero entre el sindicato Sepla y la compañía constituyen un ejercicio de madurez y de sentido colectivo de empresa digno de encomio, al garantizar la continuidad de LEVEL en el tiempo más allá del 31 de diciembre próximo.
El “si” masivo permitirá incorporar mejoras en los convenios colectivos tanto de pilotos como TCPs -muy necesarios por otra parte- y además hará posible para la nueva empresa ganar en competitividad y ser una opción válida para la operación de vuelos low cost de largo radio desde el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
Estamos asistiendo sin duda a los comienzos de una nueva revolución en el transporte aéreo a la que, sin duda, todavía es prematuro juzgar. Iberia y sus profesionales no pueden ser ajenos a estos nuevos vientos en el transporte aéreo de largo radio, en la medida de que de su participación o no depende en gran medida las bondades o carencias que la nueva modalidad pueda presentar en el futuro y las oportunas correcciones a realizar en beneficio tanto del usuario como del profesional de la aviación.
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EMIRATES

Por pasar de puntillas por su caída drástica de beneficios

Cada cual habla de la feria según le va en ella, faltaría más. Lo dice el dicho popular, y será verdad. Pero contra esa máxima se antepone otra: Al pan, pan y al vino, vino. Y precisamente por ello sorprende el triunfalismo de la aerolínea árabe a la hora de presentar sus cifras en el ejercicio 2016, porque si bien es cierto que encadena 29 años seguidos de beneficios -y resulta lógico que exhiba la cifra con orgullo- no es menos cierto que sus beneficios han caído un 70% con respecto al ejercicio anterior, y ese es un dato preocupante.
¿Exceso de expansionismo? ¿Flota desmesurada? ¿La típica falta de cálculo de aquel que nada en una abundancia que cree infinita? Puede ser cualquiera de esas causas por separado o en conjunto, o acaso ninguna de ellas, pero resulta más que recomendable un análisis en profundidad -seguro que el mayor propietario del mundo de superjumbos A380 ya está manos a la obra en ello- para descifrar los “porqués” de tan drástica caída en el capítulo de las ganancias.
En cualquier caso, las cifras presentadas para el ejercicio 2016 demuestran de modo fehaciente que las dinámicas del mercado afectan a todos, incluso a los muy poderosos, y que ya sea en los rascacielos de Wall Street o entre las arenas del desierto de Arabia, no es oro todo lo que reluce.