¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

EMIRATES

Por mantenerse como un valor en alza

A380 Hub Emirates

Emirates ya está entre los 200 “grandes”. Según el informe que elabora cada año la Brand Finance Global 500, publicado esta semana y que ordena de menor a mayor las 500 empresas más valiosas del mundo, en tan solo 12 meses Emirates ha escalado 38 puestos situándose en el 196 del ranking de la prestigiosa consultora de valor de marca.

El operador árabe vale ya más de 6.000 millones de dólares, un 21% más que el año pasado, y nada parece prever que esta escalada ascendente vaya a detenerse a medio plazo.

Y no solo eso. A día de hoy, a marca más valiosa de Oriente Medio así como la marca de aerolínea más valiosa a nivel mundial. Con una flota de más de 230 aviones, la mayoría dedicados al largo radio –Emirates posee la flota de A380 del mundo- no parece tener en el horizonte ningún nubarrón que haga prever cambios a corto o medio plazo. Con unas cifras así, resulta difícil pasar desapercibido.

vario_des

BORRACHO A BORDO

Por ser peligro y molestia a la vez

Borracho RYR

El episodio protagonizado esta semana por un pasajero bebido a bordo de un vuelo de Ryanair, pone de nuevo en el primer plano de la actualidad la cuestión del control de aquellos que acceden a bordo.

No es la primera vez que suceden episodios parecidos. Justin Bieber, Gerard Depardieu, la cantante de The Cramberries Dolores O’Riordan, o el autóctono Melendi, han protagonizado episodios desagradables a bordo provocando molestias, riegos innecesarios y sobrecostes, ya sea por encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas, o simplemente por un chute de ego o una “sobredosis de fama”.

Independientemente de la popularidad del individuo, y por ende del relieve que el suceso pueda tener en los medios, lo cierto es que la frecuencia con que se producen estos casos hace pensar que tal vez algo falla en el control de seguridad. A la vista de la situación cabe preguntarse si no sería necesario realizar un control de alcoholemia y drogas -además del preceptivo de equipaje- antes de subir a bordo, como si el control de embarque fuera un cruce cualquiera de carreteras en sábado noche.