CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

MINISTRO SORIA

Por reconocer lo que todos ya saben

A estas alturas resulta difícil encontrar a alguien en este país que no opine que Iberia ha hecho un mal negocio con IAG, al tiempo que a sus directivos les cuesta cada vez más hallar argumentos para defender una gestión que conduce directamente a la situación actual de la compañía.

Entre los últimos a subirse al carro de la dramática realidad está el ministro de industria, José Manuel Soria, que ha reconocido públicamente el fiasco (para Iberia) de su fusión con British Airways. No obstante, tras dar carta de naturaleza a lo que resulta una obviedad a gritos, el ministro se escuda inmediatamente tras el burladero de la incapacidad del Gobierno para alterar las decisiones de una empresa privada que, no lo olvidemos, fue pública hasta que José María Aznar decidió en 1.999 que dejara de serlo.

Lamentablemente, en ambas afirmaciones el ministro está en lo cierto. El negocio ha sido ruinoso, y con la venta de las acciones en poder de la nacionalizada Bankia se esfumó cualquier atisbo de intento de control público. ¡A buenas horas mangas verdes!

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AENA

Por dinamitar la Festa al Cel

AENA no resulta muy dada a la práctica del proselitismo. Esto no es noticia. La historia reciente está plagada de ejemplos que proclaman a gritos la fobia que el ente gestor de los aeropuertos españoles siente por todo lo que no huela a beneficios, sobretodo los que provienen del cobro de tasas a la aviación comercial.

AENA es un organismo que vive de la aviación, no para ella. Por ello no es de extrañar que no haya dudado ni un momento en dejar a Barcelona y al medio millón de espectadores que de promedio presenciaban el decano de los festivales aéreos en España sin la tradicional exhibición que ponía punto y final a las fiestas de la Mercé.

Alguien debería explicar a la ciudad de Barcelona que su aeropuerto, el de la flamante nueva terminal, el de las pistas segregadas, el que todos los barceloneses pagan religiosamente con sus impuestos, “no tiene” capacidad logística para albergar los aviones participantes ni “capacidad organizativa” para gestionar una determinada configuración durante algunas horas. Y sobretodo, debería explicar porqué lo que ha sido posible durante 21 años con un aeropuerto mucho menos moderno y capaz ahora no lo es. Si Esteban Linares levantara la cabeza…!