CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

En subida

CONTRA INCENDIOS

Por su valor y entrega

Cada año indefectiblemente confluyen en nuestros montes los ingredientes de un cóctel explosivo: Calor, sequía, bosques sedientos, y cierta cantidad de “des” proliferando por doquier cual amapolas en campo de cebada. Esto es; “des”aprensivos, “des”cuidados, “des”almados… El resultado de tal combinación de ingredientes no hace falta explicarlo. Todos sabemos de él; sus efectos nos golpean cada verano con fuerza, y además estas últimas semanas hemos tenido abundantes y dolorosas muestras de su extrema crudeza.

Los últimos incendios, en Girona, en Valencia, en Canarias, han servido para poner en valor –por si alguien no lo tenía claro- la enorme dimensión de los medios aéreos contra incendios. Por este motivo queremos dedicar un más que merecido “Variómetro Positivo” a todos los que verano tras verano, sin importarles el calor sofocante en cabina, el olor a humo, o las turbulencias que hacen casi imposible el pilotaje, hacen del riesgo su oficio de aviador. Para todos aquellos que se juegan la vida –y a veces la pierden- por salvar las de los demás y por que las generaciones futuras sigan disfrutando de ese patrimonio único que es nuestro bosque mediterráneo, va nuestro más profundo reconocimiento y respeto.

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RYANAIR

Porque su estrategia ya cansa

Ryanair está de recortes. Dice que se va de tal sitio; que en cual reduce vuelos, que deja éste o aquel aeropuerto… Hasta aquí, nada que objetar. Después de todo, sin tanto bombo y platillo EasyJet comunicó su marcha de Barajas por las insoportables tasas que se aplican desde el 1 de julio. Nadie está obligado a soportar lo que considera “insoportable”.

Otra cosa será dirimir la equidad o no de la nueva tabla de precios de AENA, que a nadie gusta. Pero ese es otro tema, y para eso doctores tiene la iglesia. Lo que si resulta insoportable, son las amenazas que acompañan a los anuncios de recorte de Ryanair. Los tintes apocalípticos que acompañan indefectiblemente los comunicados forman parte de una liturgia en la que la destrucción de empleo, las pérdidas de recursos turísticos, y el quebranto económico, son usados con calculada profusión y con evidente éxito.

Resulta bastante discutible el principio ético que permite usar a los trabajadores como escudos humanos y la amenaza de la hambruna turística como modo de coartar las decisiones de quienes tienen en su mano la responsabilidad de tomarlas, sobretodo en un país asolado por el paro y con el turismo como providencial tabla de salvación. Pero sobretodo resulta cansino por lo repetido. Afortunadamente, hay vida más allá de Ryanair.